Las dos vacunas de ARNm disponibles en el mercado son seguras, con un bajo riesgo de efectos adversos importantes, según un estudio que realizó un seguimiento de 433,672 veteranos estadounidenses durante 38 semanas tras la vacunación.
La mitad del grupo había recibido la vacuna para el COVID de Moderna y la otra mitad, con características y factores de riesgo similares, había recibido las vacunas de Pfizer-BioNTech.
“Se observaron diferencias de pequeña magnitud entre las dos vacunas a los 42 días de la primera dosis”, informaron los investigadores en JAMA Internal Medicine.
“Los individuos que recibieron la vacuna de Moderna tenían una probabilidad ligeramente menor -una diferencia de menos de dos décimas- de sufrir un accidente cerebrovascular, un infarto de miocardio, otros eventos tromboembólicos o una lesión renal”, dijo el Dr. Arin Madenci, de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard y coautor del estudio.
Por ejemplo, entre cada 10,000 sujetos del estudio, se produjeron aproximadamente 11 accidentes cerebrovasculares y 11 infartos de miocardio más en los meses siguientes en los receptores de Pfizer-BioNTech que en los de Moderna.
El estudio no estableció una relación causal entre las vacunas y los infartos de miocardio, los accidentes cerebrovasculares y los demás efectos adversos importantes.
Una posibilidad, según Madenci, es que las diferencias observadas por su equipo “puedan explicarse por una menor eficacia de la vacuna Pfizer en la prevención del COVID-19″ y las consiguientes secuelas en los pacientes que desarrollaron la enfermedad.