Rusia se dirige a uno de sus mayores picos de inflación de este siglo después de que la oleada de sanciones por su invasión a Ucrania provocara el colapso del rublo e interrumpiera sus actividades comerciales.
En la primera semana desde que comenzó la ofensiva militar a fines de febrero, los precios de los autos nacionales nuevos se dispararon más de 17% y el costo de los televisores saltó un 15%. En los siete días que terminaron el 4 de marzo.Algunos medicamentos y vegetales se encarecieron entre un 5% y un 7%.
En general, la inflación en el período alcanzó un 2.2%, según un informe del miércoles del Servicio Federal de Estadísticas, el mayor aumento semanal desde que comenzó a rastrear los datos en el 2008 y más del doble del récord anterior.
El aumento de precios, es hasta ahora una de las medidas más crudas del daño causado a la economía de Rusia por la guerra. Para un país cada vez más aislado del mundo exterior, el riesgo de escasez ha llevado al Gobierno a imponer una suspensión temporal sobre las reexportaciones de productos médicos extranjeros y restringió las exportaciones de algunas materias primas.
El retroceso del rublo de casi un 40% en lo que va del año devastará aún más las finanzas de los hogares, amenazando con una crisis en el costo de vida que recuerda a la década de 1990.
Bloomberg Economics predice que alrededor de julio, la inflación alcanzará un máximo anual del 19%, en comparación con el 9.2% del mes pasado, y que terminará el año en alrededor del 16%. Antes de la guerra, vio un crecimiento de los precios por debajo del 10% y alcanzó el 5.8% a fines del 2022.
Bank of America Corp. espera que la inflación aumente al 20% en el transcurso de este año, mientras que el Instituto Nacional de Investigación Económica y Social de Londres la ve aumentando incluso por encima de ese nivel. La inflación rusa no ha estado en un 20% desde 2001.
Mientras tanto, los minoristas comenzaron a restringir las compras de alimentos básicos “socialmente importantes” en los últimos días, luego de los informes de acaparamiento después de la drástica devaluación del rublo.
Una gran cantidad de empresas internacionales han abandonado Rusia en respuesta a su invasión a Ucrania, lo que aumenta los temores de escasez. Los esfuerzos del Banco de Rusia para detener el colapso del rublo elevando las tasas de interés al 20% y anunciando restricciones drásticas en las compras de divisas hasta ahora no han logrado detener el desplome.
El repunte de la inflación ya se está manifestando en las calles de las ciudades rusas. Abu Ghosh, un café de Oriente Medio en el histórico barrio Arbat de Moscú, publicó en Instagram que había visto subir los precios de algunos ingredientes un 300%.
Y una cafetería en un área de lujo de Moscú dijo que ahora tendría que cambiar los precios todos los viernes debido a la volatilidad del tipo de cambio.
“Compramos café todas las semanas al tipo de cambio actual, por lo que nuestros precios serán variables”, dijo el local, Chernyi Cooperative, en una publicación en Instagram.