El ejército ruso ha traslado de forma forzosa a territorios bajo su control a 40,000 residentes de la ciudad costera de Mariúpol, según denunciaron este domingo fuentes ucranianas citadas por la agencia Ukrinform.
La comisionada de Derechos Humanos de la Rada Suprema, Liudmyla Denisova, proporcionó la cifra a través de su canal de Telegram, aunque matizó que el cálculo del número de deportados es complicado ya que las fuerzas rusas les requisan sus documentos.
Denisova denunció además que el Ejército ruso trasladó de forma forzosa a 17 niños de un hospital de la ciudad asediada separándoles de sus padres, que quedaron atrás en Mariúpol y fueron después evacuados a Zaporiyia, bajo control ucraniano.
La comisionada agregó que algunos de los deportados de la ciudad, en la costa del Mar de Azov, habían reaparecido después en Estonia, a donde habían viajado desde territorio ruso.
Denisova explicó que según estas personas, algunos habían decidido de forma voluntaria viajar a Rusia, ya que no podían alcanzar territorio ucraniano controlado por las autoridades de Kiev, mientras que otros habían sido trasladados de forma forzosa.
Con las deportaciones Rusia está violando las provisiones del Artículo 49 de la Convención de Ginebra sobre la protección de civiles en tiempos de guerra, denunció la comisionada.
“Apelo al Comité Internacional de la Cruz Roja para que se esfuerce en ayudar a traer de vuelta a los ucranianos transportados de forma ilegal a Rusia y en abrir corredores humanitarios seguros desde las zonas en que hay hostilidades,” añadió.
Mariúpol se encuentra cercada desde hace semanas por las tropas rusas y los residentes que quedan en la ciudad, unos 100,000 según fuentes ucranianas, están experimentando una catástrofe humanitaria debido a la falta de alimentos, medicinas y suministros básicos.