El gobierno de Rusia anunció que algunas de sus tropas estaban regresando a sus bases después de ejercicios cerca de Ucrania y se burló de las advertencias occidentales sobre una inminente invasión, pero la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) afirmó que aún no había visto ninguna evidencia de una desescalada que pueda evitar un conflicto.
Rusia no dijo cuántas unidades se retiraban, ni hasta dónde, después de una concentración de unas 130,000 tropas en el norte, este y sur de Ucrania que ha desencadenado una de las peores crisis en las relaciones con Occidente desde la Guerra Fría.
El canciller alemán, Olaf Scholz, dijo tras reunirse con el presidente Vladimir Putin en el Kremlin que la retirada de algunas tropas rusas era una buena señal.
Otros se mostraron más cautos. El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo que “la información que estamos viendo hoy no es todavía alentadora”, y Ucrania señaló que necesitaba ver la retirada para creer en ella.
“Si vemos una retirada, creeremos en una desescalada”, manifestó el ministro ucraniano de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba, a Interfax Ucrania.
El jefe de la OTAN acogió con satisfacción las señales de Rusia en los dos últimos días de que podría estar buscando una solución diplomática, pero instó a Moscú a demostrar su voluntad de actuar.
“Hay señales de Moscú de que la diplomacia debe continuar. Esto da motivos para un cauto optimismo. Pero hasta ahora no hemos visto ninguna señal de desescalada sobre el terreno por parte de Rusia”, declaró el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
El funcionario manifestó que Rusia a menudo dejaba equipo militar después de los ejercicios, creando la posibilidad de que las fuerzas se reagrupen.
En una conferencia de prensa conjunta con Scholz, Putin sólo se refirió brevemente a los movimientos de tropas y no entró en detalles.
Rusia siempre ha negado que planee invadir Ucrania, afirmando que las tropas pueden ejercitar en su propio territorio como considere oportuno.
Putin ha estado presionando para obtener una serie de concesiones de seguridad por parte de Occidente, incluida la garantía de que Ucrania nunca entrará en la OTAN.
El presidente ruso declaró que su país no se conformaría con que se diga que la exrepública soviética no estaba preparada para entrar en la OTAN a corto plazo y que exigía que la cuestión se resolviera ya.
“En cuanto a la guerra en Europa ¿sobre si la queremos o no? Por supuesto que no. Por eso presentamos propuestas para un proceso de negociación, cuyo resultado debería ser un acuerdo para garantizar una seguridad igual para todos, incluido nuestro país”, dijo.
Scholz sostuvo que las posibilidades diplomáticas estaban lejos de agotarse.
“Para nosotros, los alemanes, pero también los europeos, la seguridad sostenible sólo puede alcanzarse con Rusia. Por tanto, debería de ser posible encontrar una solución. Por muy difícil y grave que parezca la situación, me niego a decir que no tiene remedio”, dijo.
La Cámara Baja del Parlamento ruso votó a favor de pedir a Putin que reconozca como independientes dos regiones separatistas del este de Ucrania apoyadas por Rusia.
El reconocimiento de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donets y Luhansk podría acabar con el proceso de paz de Minsk en el este de Ucrania, donde el conflicto entre las fuerzas gubernamentales y los separatistas respaldados por Moscú ha causado 15,000 muertos.
Preguntado por la medida, Putin dijo que los problemas de las regiones deben resolverse sobre la base de los acuerdos de Minsk, que se firmaron en el 2014 y 2015, pero que nunca se han aplicado. Scholz dijo que todas las partes deberían atenerse a esos acuerdos.
“Podría ser inminente”
La demostración de fuerza de Rusia cerca de las fronteras de Ucrania ha provocado meses de frenética diplomacia occidental y ha atraído amenazas de severas sanciones si invade, culminando en un crescendo de avisos estadounidenses y británicos en días recientes de que el ataque podría ocurrir en cualquier momento.
“En cuanto al momento de un ataque, podría ser inminente”, dijo el martes la ministra británica de Asuntos Exteriores, Liz Truss. Las tropas rusas podrían llegar a la capital de Ucrania, Kiev, “muy, muy rápidamente”, agregó.
El Kremlin trató de presentar los movimientos como una prueba de que las advertencias occidentales sobre la guerra habían sido falsas e histéricas.
“El 15 de febrero del 2022 pasará a la historia como el día en que la propaganda de guerra occidental fracasó. Humillados y destruidos sin un solo disparo”, declaró la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Maria Zakharova.
El Ministerio de Defensa ruso publicó imágenes que mostraban la carga de tanques y otros vehículos blindados en vagones de ferrocarril. Analistas militares occidentales dijeron que necesitaban más información para juzgar la importancia de los últimos movimientos de tropas.
“Hay que mantener un cauto escepticismo”, dijo Henry Boyd, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres. “Ha habido discrepancias en el pasado entre los anuncios oficiales de Rusia y sus acciones sobre el terreno”.
Imágenes de satélites comerciales tomadas el domingo y el lunes mostraron un aluvión de actividad militar rusa en varios lugares cercanos a Ucrania, incluidos grandes despliegues de tropas y helicópteros de ataque, y aviones de guerra que se desplazan a lugares avanzados.