El presidente ruso Vladimir Putin advirtió el domingo que Moscú atacará nuevos objetivos si Ucrania recibe de Occidente misiles de largo alcance, horas después de que Kiev fuese blanco de bombardeos por primera vez en varias semanas.
Pese a este bombardeo en la capital ucraniana, los combates más intensos tienen lugar en la ciudad de Severodonetsk, donde las tropas ucranianas recuperaron el control “de la mitad de la localidad”, aseguraron autoridades locales.
Putin advirtió que, si Ucrania recibe misiles de largo alcance, “entonces sacaremos las conclusiones apropiadas y utilizaremos nuestras armas (...) para atacar objetivos que no hemos atacado hasta el momento”, según extractos de una entrevista que difundirá el domingo el canal Rossiya-1.
El mandatario ruso no precisó a qué tipo de blancos se refería.
La declaración del presidente ruso se produce después de que Estados Unidos anunciara la semana pasada que proporcionará a Ucrania un sistema avanzado de misiles.
La ministra adjunta de Defensa ucraniana, Ganna Malyar, pidió este domingo un mayor esfuerzo a los países occidentales en el envío de ayuda militar.
”Nos hemos adentrado en una guerra de desgaste y necesitamos un apoyo constante. Occidente debe entender que su ayuda no puede ser puntual, sino constante hasta nuestra victoria”, dijo en declaraciones a la prensa local.
Previamente, el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, había informado de bombardeos en la madrugada contra dos barrios de la ciudad, los primeros contra la capital ucraniana desde el 28 de abril.
Según responsables ucranianos, los misiles rusos alcanzaron infraestructuras ferroviarias.
Rusia aseguró por su parte que, con ese ataque, destruyó blindados entregados a Ucrania por países del este de Europa.
”Misiles de alta precisión y de largo alcance disparados por las fuerzas aeroespaciales rusas sobre el suburbio de Kiev destruyeron tanques T-72 entregados por países de Europa del Este y otros blindados que se encontraban en hangares”, declaró el vocero del ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov.
Una persona resultó herida y periodistas de la AFP vieron que estallaron las ventanas de varios edificios ubicados cerca de los objetivos.
Leonid, un residente local de 63 años, que trabaja en uno de los lugares bombardeados, aseguró que oyó tres o cuatro explosiones. “No hay ningún material militar ahí, pero ellos bombardean en cualquier lugar”, afirmó.
Severodonetsk “dividida”
Entretanto, en el corazón de Severodonetsk, ciudad estratégica en el este de Ucrania, hay “combates callejeros” en momentos en que las fuerzas rusas ejercen todo su peso para controlar el Donbás.
Los rusos perdieron terreno en esta ciudad, afirmó este domingo el gobernador regional.
”Nuestras fuerzas armadas limpiaron la mitad” de la ciudad tras haber forzado las tropas rusas a retirarse, dijo el gobernador de la región de Lugansk, Serguéi Gaidai, en una entrevista publicada en sus cuentas en las redes sociales.
”La mitad de la ciudad está realmente controlada por nuestras fuerzas”, añadió.
Según Gaidai, el general ruso Alexander Dvornikov “se vio fijado un objetivo: de aquí al 10 de junio tomar por completo Severodonetsk o controlar la ruta Lyssytchansk-Bajmut” que abrirá el camino hacia Kramatorsk, capital ucraniana de Donetsk, la otra región más grande del Donbás.
El ministerio ruso de Defensa afirmó el sábado que las unidades militares ucranianas se retiraban de Severodonetsk “tras haber sufrido pérdidas críticas”.
La situación también resulta crítica en la localidad vecina de Lysychansk, donde Oleksandr Lyakhovets, un vecino jubilado, explicó a la AFP la destrucción de su vivienda por un bombardeo ruso.
”Bombardearon aquí sin parar. Fue horroroso”, dijo Lyakhovets, de 67 años, que solo tuvo tiempo de salvar a su gato antes de que su casa quedara calcinada por las llamas de la explosión.
El equipo de prensa de la presidencia ucraniana informó el domingo de nueve civiles muertos a causa de bombardeos en las regiones de Donetsk y Lugansk.
Además, la lucha sigue en otros frentes. Según el ministro de Defensa de Ucrania, “Rusia continúa esforzándose por ocupar todo nuestro Estado”.
El Kremlin sueña con “reunir las tierras” que considera “suyas”, incluidas “Polonia, los países bálticos, Eslovaquia y otros”, aseguró Oleksi Reznikov.
Crimea, Donbás, sur de Ucrania: desde el inicio de la invasión, Rusia ha triplicado el área ucraniana bajo su control, con unos 125.000 km², o el 20% del país, según el presidente ucraniano Volodomir Zelenski.
En el frente sur, en la región de Jersón, Moscú “sigue bombardeando los territorios ocupados y las posiciones del ejército ucraniano”, anunció la presidencia ucraniana, que teme una crisis humanitaria en las zonas en manos rusas.
El puerto de Mykolaiv también fue alcanzado por un misil, así como una empresa agrícola en el gran puerto de Odesa, donde dos personas murieron, según Kiev.
Cuestión de supervivencia
El papa Francisco pidió este domingo a Ucrania y Rusia que reanuden “negociaciones reales” para acabar con un conflicto que amenaza con “una peligrosa escalada”, en su mensaje de las celebraciones de Pentecostés, ante 25,000 fieles reunidos en la plaza San Pedro.
Además de causar miles de víctimas, la guerra sigue pesando sobre las exportaciones de cereales, de las que dependen en particular los países africanos.
Tras su reunión del viernes con Putin, el jefe de Estado senegalés y actual presidente de la Unión Africana, Macky Sall, anunció el sábado su intención de visitar Ucrania y “contribuir al retorno de la paz”.
Lejos del campo de batalla, los ucranianos sufrieron otra decepción en Cardiff (Gales) con la derrota de su selección de fútbol en el partido de repechaje para clasificarse para el Mundial.
Ucrania perdió 1-0 contra Gales, que disputará a finales de año el torneo en Qatar.