El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, busca lazos financieros aún más estrechos con Rusia mientras intenta estabilizar una economía en dificultades de cara a las elecciones del próximo año, según funcionarios turcos.
Entre sus objetivos figuran descuentos de precios y el pago en liras por las importaciones de energía, dijeron varias autoridades turcas que pidieron no ser identificadas por tratarse de información confidencial.
La factura de gas natural de Turquía superaría los US$ 50,000 millones este año y Rusia es su mayor proveedor de energía.
En una reunión con el presidente de Rusia, Vladímir Putin, el viernes, Erdogan buscará un descuento del 25% para el gas natural y un acuerdo para que Turquía pueda pagar parte de su factura en liras, dijeron altos funcionarios turcos con conocimiento directo del asunto.
Las personas familiarizadas con la posición de Moscú no confirmaron las conversaciones sobre descuentos en gas a Turquía. Los dos países acordaron comenzar a pasar al pago parcial en rublos, dijo el vice primer ministro ruso, Alexander Novak, el mes pasado. Erdogan y Putin se reunirán por tercera vez en tres meses en una cumbre multilateral en Uzbekistán.
Ya ha llegado algo de dinero desde Rusia. La empresa estatal Rosatom Corp. envió alrededor de US$ 5,000 millones en julio a una subsidiaria que está construyendo una planta de energía nuclear en Turquía. Esa transferencia impulsó las reservas oficiales de Turquía.
Turquía prevé un déficit de cuenta corriente de US$ 47,000 millones a fines de este año, y el desempeño bajo de la lira hace que sea más costoso cubrir la deuda. Los crecientes precios mundiales de la energía agregan una carga adicional.
Cualquier ayuda para apuntalar la economía podría proporcionar un gran impulso para Erdogan, cuyas calificaciones en las encuestas rondan mínimos históricos a medida que la inflación supera el 80% menos de un año antes de las elecciones programadas para junio.