Oslo resultó ser la ciudad donde es más caro comprar una botella de agua: su precio casi triplica el promedio de 120 ciudades encuestadas por Holidu, un motor de búsqueda de alquileres de vacaciones.
Tel Aviv, Nueva York, Estocolmo y Helsinki le siguen como los lugares más caros para beber una botella de agua de 500 mililitros, señaló Holidu en un estudio publicado el jueves. El índice de precios del agua de la empresa compara y analiza los costos del agua del grifo y embotellada en 30 ciudades de Estados Unidos y 120 en todo el mundo, seleccionadas debido a su popularidad como destinos turísticos.
Oslo también ocupa el primer lugar en cuanto al precio del agua del grifo, mientras que Los Ángeles, Phoenix, San Francisco y San Diego se encuentran entre las 20 ciudades con el agua corriente más cara del mundo. En Oslo, el agua del grifo es 212% más costosa que la mediana de las 120 ciudades encuestadas, mientras que el agua embotellada es 195% más cara.
“Los resultados son realmente reveladores cuando pensamos en cuánto estamos dispuestos a pagar por algo que damos por sentado como una necesidad básica”, dijo Johannes Siebers, director general y cofundador de Holidu.
El cambio climático está afectando la disponibilidad, calidad y cantidad de agua requerida para las necesidades humanas básicas. Actualmente, 2,200 millones de personas no cuentan con acceso a agua potable manejada de manera segura, señalaron las Naciones Unidas el año pasado en un informe.
El índice de Holidu evalúa tanto el agua del grifo como el agua embotellada, y analiza la calidad y el costo utilizando diferentes fuentes dentro de las ciudades, como el precio de una botella de agua Evian, de Danone SA; Perrier, de Nestlé SA; y Coca-Cola Co.
“El consumo de agua embotellada se ha disparado en la última década y no muestra señales de desaceleración”, dijo Siebers. “Se proyecta que el mercado mundial de agua embotellada alcanzará los US$ 307,600 millones para el 2025”.
Boston ocupó el lugar más alto en términos de calidad del agua entre las ciudades estadounidenses y el 24° lugar en el mundo. Los datos para el índice de calidad del agua provienen de la ONU y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, datos de encuestas de Numbeo se utilizaron para ayudar a medir la percepción de la gente en cuanto a la calidad del agua y la contaminación a nivel local.
Atenas, Montreal y Roma obtuvieron altas calificaciones en términos de la calidad del agua, sin embargo, los precios del líquido del caño (grifo) estuvieron por debajo del promedio del estudio.
En Atenas, la calidad del agua obtuvo un puntaje de 94.2 sobre 100, mientras que el costo agua del grifo fue 34.5% inferior al precio medio. Innsbruck, en Austria, ocupó el primer lugar en cuanto a calidad del agua, seguido de Helsinki, Viena y Oslo.
Los lugares con la peor calidad del agua fueron Lagos, en Nigeria; Karachi, en Pakistán; y Dakar, en Senegal. Nueva Orleans ocupó el lugar más bajo entre las ciudades de EE.UU. en la encuesta, seguida de Phoenix y Los Ángeles.
Los problemas del agua en Lagos, el centro financiero de Nigeria, seguirán siendo una preocupación, ya que el país se enfrenta a un pujante crecimiento demográfico. La población proyectada de Lagos para este año es de casi 15 millones, frente a los cerca de 325,000 en 1950, según estimaciones de la ONU.
Para el 2047, se espera que el tamaño de la población en la economía más grande de África sea mayor al de EE.UU., pero todos viviendo en un área del tamaño de Nevada, Nuevo México y Arizona.