Obviado por los países ricos e incapaz de satisfacer las necesidades de los pobres, un programa codirigido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la distribución justa de las vacunas COVID-19 está planeando una reorganización, según muestran los documentos internos vistos por Reuters.
El programa COVAX está muy lejos de su objetivo de entregar 2,000 millones de dosis para fin de año, pero espera un gran aumento en los suministros para principios del 2022, y quiere asegurarse de que al menos lleguen a los países en extrema necesidad.
Las elevadas ambiciones iniciales de COVAX de actuar como un centro de intercambio mundial de vacunas, recolectándolas de los fabricantes en los países más desarrollados y distribuyéndolas rápidamente a los que tienen las necesidades más urgentes, han fracasado.
Hasta ahora, ha distribuido apenas 90 millones de vacunas. Aunque los países de bajos ingresos densamente poblados están actuando como incubadoras de cepas nuevas y más peligrosas del coronavirus, algunas de las naciones más pobres han vacunado a menos del 1% de sus poblaciones, según estimaciones de Gavi, la alianza mundial de vacunas que ejecuta el plan con la OMS.
La revisión busca reducir los riesgos financieros de COVAX, aumentar su enfoque en los países más necesitados y reducir la participación de los países más ricos tanto como donantes y receptores, según un documento preparado por Gavi.
Se espera que el documento sea adoptado en la reunión de la junta directiva de Gavi el miércoles y jueves.
“La sugerencia es, sujeta a la aprobación de la Junta, enfocar los esfuerzos de adquisiciones de COVAX en todos los SFP (participantes autofinanciados) que continuarán necesitando el plan, de manera que permita operaciones simplificadas y riesgos financieros reducidos, de acuerdo a las lecciones aprendidas durante el año pasado”, dijo una portavoz de Gavi.
La OMS no hizo comentarios de inmediato, pero generalmente deja que Gavi hable sobre COVAX en su nombre.