Santiago de Chile.- El presidente chileno, Sebastián Piñera, declaró este viernes "zona de catástrofe" parte del norte de Chile azotado por las lluvias del invierno altiplánico, que han causado seis muertes, graves daños en infraestructura vial, viviendas y también en la agricultura.
"He decidido decretar zona de catástrofe la provincia de El Loa y designar al general Rodrigo Valdivia como jefe de esta zona para que asuma el mando que la ley le otorga", enfatizó Piñera nada más llegar hasta la ciudad de Calama, una de las más afectadas por las riadas.
El mandatario suspendió sus vacaciones en el sur de Chile para viajar al norte, donde permanecerá hasta el domingo próximo.
Según la Constitución, una vez declarado el estado de catástrofe o estado de excepción, las zonas respectivas quedan de inmediato bajo la dependencia de las Fuerzas Armadas, que pueden restringir las libertades de locomoción y de reunión y establecer limitaciones al ejercicio del derecho de propiedad, entre otras, con el fin de restablecer la normalidad en la zona afectada.
Piñera, quien expresó la "más sentida solidaridad" con los familiares de las personas fallecidas en la zona producto de las fuertes precipitaciones, anunció que este sábado se concretará "un diagnóstico y catastro" de los daños ocurridos en la zona.
"Tanto en materia de conectividad, puentes, carreteras, en materia de abastecimiento de agua potable, en materia de destrucción de viviendas y también en materia de daños a la agricultura", añadió.
Piñera agregó que "se espera que la reconstrucción y ayuda sea muy inmediata, porque se entiende que las requieren y necesitan las víctimas con mucha urgencia".
Tras el breve encuentro con la prensa, el presidente se subió a un helicóptero de la Fuerza Aérea de Chile en el que realizó un sobrevuelo por la zona afectada, donde la primera parada fue la región de Antofagasta, unos 1.500 kilómetros al norte de Santiago.
El Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) había advertido sobre el peligro de aluviones, deslizamientos y/o caídas de rocas en las zonas bajas y altas de la cordillera.
Hasta ahora, según la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), las inundaciones han causado en esas regiones seis muertos, 99 viviendas destruidas, 142 han sufrido daños mayores y otras 123 presentan daños menores, y numerosos damnificados, de los que 144 se encuentran en albergues.
Además varios pueblos permanecen aislados y diversos caminos están cortados por deslizamientos de tierra y rocas, entre ellos la ruta 5 Norte, la principal vía longitudinal del país, en tanto que se han desbordado ríos cuyos cauces están secos la mayor parte del año en esas regiones de clima desértico.
La Onemi señaló que rige la alerta roja para la región de Arica y Parinacota y para las provincias del Tamarugal, en Tarapacá, y de El Loa y la comuna de Antofagasta en Antofagasta.
El Ejército ha reforzado el número de hombres que se encuentran trabajando en el norte de Chile, tras las inundaciones y riadas provocadas por el denominado invierno altiplánico (procedente de Bolivia), que hace que las tormentas que se generan en la altura del altiplano boliviano afecten también a las planicies del desierto de Atacama.