Pfizer presentó en la víspera (viernes) una píldora que reduce casi un 90% el riesgo de muerte por COVID-19 para los infectados con comorbilidades, un resultado prometedor que sus ejecutivos consideran llevará a un “punto de inflexión” en la lucha contra la pandemia.
La farmacéutica reveló en un comunicado los datos preliminares de un estudio con 1,219 personas, que muestra la efectividad de su píldora para evitar que los pacientes con alto riesgo de enfermar gravemente de COVID-19 -incluyendo los no vacunados- necesiten ser hospitalizados o mueran.
El estudio, que aún no ha sido revisado por pares, concluye que los pacientes que tomaron la píldora de Pfizer junto con otro antiviral tuvieron una reducción de 89% en su tasa combinada de hospitalización o muerte posterior, en comparación con los pacientes que tomaron placebo.
La empresa suministró a los voluntarios el fármaco experimental cada 12 horas durante cinco días en diferentes grupos, a partir de tres y cinco días después de que tuvieran síntomas, y lo combinó con una baja dosis del antiviral ritonavir, que es utilizado habitualmente para tratar el VIH y ejerce de potenciador.
Después de 28 días, ningún paciente del estudio general que había recibido el tratamiento de Pfizer había fallecido, frente a 10 que sí lo hicieron tras recibir placebo, de acuerdo con la nota.
“Punto de inflexión”
El director médico de América Latina para la Unidad de Productos Hospitalarios de Pfizer, Rafael Valdez, declaró que los resultados del estudio suponen un punto de inflexión si se sigue una estrategia conjunta de vacunas, antivirales, medidas preventivas como el tapabocas y seguimiento de los casos.
“Tener un medicamento que pueda evitar hospitalizaciones y contribuir a evitar fallecimientos, sin duda, es un punto de inflexión muy importante dentro de la pandemia y permite hacer una proyección distinta del impacto que va a tener la enfermedad en ciertas poblaciones”, recalcó.
La “sobrecogedora efectividad” de los datos preliminares llevó a que expertos independientes recomendaran a Pfizer parar la búsqueda de más participantes, y ahora planea entregar “cuanto antes” la información a la Administración Federal de Fármacos y Alimentos (FDA) de Estados Unidos para su uso de emergencia.
La píldora “bloquea” la actividad de una encima específica que el coronavirus necesita para replicarse en el cuerpo infectado, un mecanismo similar al de la pastilla desarrollada por otra gran farmacéutica, MSD (Merck en EE.UU. y Canadá), aunque con una efectividad aparentemente mucho más alta.
La molécula que utiliza la píldora de Pfizer, explicó Valdez, fue diseñada para tratar el virus del SARS en el 2003 y “se espera que tenga efecto contra todas las variantes” del coronavirus que puedan surgir.
“Las noticias de hoy son realmente un punto de inflexión en los esfuerzos globales por frenar la devastación de esta pandemia”, coincidió el máximo ejecutivo de la empresa, Albert Bourla, quien señaló el potencial del fármaco para “eliminar nueve de cada diez hospitalizaciones”.
Tratamientos fáciles de administrar
La idea de la empresa es que la píldora se “recete ampliamente como un tratamiento en casa para reducir la gravedad de la enfermedad, las hospitalizaciones y las muertes, además de reducir la probabilidad de una infección tras una exposición entre adultos”, según la nota.
El anuncio se ha producido un día después de que MSD lograra la autorización en el Reino Unido para su pastilla antiviral, Molnupiravir, cuya efectividad es del 50% para evitar hospitalizaciones y muertes, y que está en revisión por el regulador de Estados Unidos desde hace casi un mes.
Pfizer, la principal productora de vacunas que protegen contra el COVID-19 en todo el mundo, se une así a la carrera para obtener tratamientos de fácil administración para aquellos que resultan infectados, un problema en el que es esencial la rapidez tras la aparición de síntomas, que van ligados a la carga viral.
Según Valdés, la farmacéutica está estudiando también una píldora para pacientes de COVID-19 con “riesgo estándar”, sin comorbilidades, y también otro fármaco para tratar a personas que han estado en contacto con un positivo para ver “si se puede cortar la cadena de contagio y evitar que expresen síntomas”.
De acuerdo con el Washington Post, Pfizer ya ha comenzado a fabricar el medicamento y proyecta producir más de 180,000 paquetes de píldoras para fines de este año, que se elevarían a 21 millones en la primera mitad del 2021.