Dmitry Muratov fue uno de los periodistas fundadores de Novaya Gazeta en 1993 tras la disolución de la Unión Soviética.
Dmitry Muratov fue uno de los periodistas fundadores de Novaya Gazeta en 1993 tras la disolución de la Unión Soviética.

Dmitry Muratov, editor jefe del periódico independiente ruso Novaya Gazeta, subastó su medalla del de Paz en US$ 103.5 millones en beneficio de los niños desplazados por la .

Los ingresos por la venta de la medalla, que fue adquirida telefónicamente por un postor no identificado, se remitirán al organismo de la Unicef de ayuda humanitaria a los niños ucranianos desplazados, según la firma Heritage Auctions que realizó la subasta.

Muratov ganó en el 2021 el premio junto a la periodista Maria Ressa, de Filipinas. El Comité del Nobel los galardonó por “sus esfuerzos por salvaguardar la libertad de expresión”.

Muratov fue uno de los periodistas fundadores de Novaya Gazeta en 1993 tras la disolución de la Unión Soviética.

Este año se convirtió en el único que continuó criticando al presidente Vladimir Putin por las tácticas que emplea dentro y fuera de Rusia.

En marzo, más de un mes después de la invasión rusa de Ucrania, Novaya Gazeta suspendió sus operaciones en Rusia luego que aprobó leyes que imponen hasta penas de cárcel a quienes critiquen la campaña militar del Kremlin.

En abril, Muratov fue atacado en un tren por una persona que le lanzó una mezcla de pintura y acetona que lesionó sus ojos.

Desde el año 2000, seis periodistas y colaboradores de Novaya Gazeta fueron asesinados en relación con su trabajo, entre ellos la reportera de investigación Anna Politkovskaya. Muratov dedicó su Nobel a su memoria.

“Este periódico es peligroso para la vida de la gente”, dijo Muratov el año pasado. “No vamos a ninguna parte”.

En un vídeo publicado por Heritage, el periodista dijo que ganar el Nobel “da la oportunidad de ser escuchado”.

“Hoy el mensaje más importante es que la gente entienda que hay una guerra y que tenemos que ayudar a quienes más sufren”, añadió y señaló específicamente a los niños de las familias refugiadas.