El año 2021 cierra con 198 millones de contagios globales de COVID-19 confirmados en estos 12 meses, más del doble de los 83 millones del 2020, mientras que los fallecidos fueron 3.5 millones, un 84% más que los 1.9 millones del pasado año, de acuerdo con los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las cifras, aunque siguen siendo muy altas, muestran un descenso en la letalidad del coronavirus, que fue de 2.2% en el 2020 y de 1.7% según estas cifras, que la OMS admite que son conservadoras, ya que los números reales pudieron ser mayores por los muchos casos y muertes no diagnosticados.
En el acumulado de los dos años transcurridos desde que la crisis sanitaria comenzara con la notificación de los primeros casos en China a la OMS, la COVID-19 ha registrado 281 millones de casos confirmados y 5.4 millones de muertes.
La pandemia es una de las más graves de la historia, aunque sus cifras aún están lejos de las causadas por la peste bubónica en diversas épocas, o la de la gripe de 1918-2020, que provocaron decenas de millones de muertos.
La pandemia vive una ola de aumento exponencial de los positivos, que se cree vinculada al auge de la variante ómicron, con una cifra récord de 1.3 millones de contagios confirmados el 28 de diciembre, aunque este “tsunami de contagios”, como lo definió la OMS, no va acompañado de un aumento de los fallecimientos.
El año 2021, consagrado en el planeta a la vacunación del mayor número posible de personas contra la COVID-19, también finaliza con 9,150 millones de vacunas administradas en el mundo, con las que el 58% de los seres humanos ha recibido al menos una dosis, de acuerdo con los datos facilitados por las redes sanitarias nacionales.
Una docena de países superan tasas de vacunación del 80%, entre ellos Emiratos Árabes, Singapur, España, China, Corea del Sur, Portugal o Cuba, aunque casi un centenar de Estados no han logrado la meta que se había fijado la OMS de conseguir una tasa de al menos el 40% en todos los territorios.