Los países de la Unión Europea (UE) acordaron este jueves una posición común sobre nuevas reglas para frenar el poder de los gigantes tecnológicos estadounidenses y obligarlos a hacer más para vigilar sus plataformas en busca de contenido ilegal.
Sin embargo, tendrán que arreglar los detalles finales con los legisladores de la UE, que han propuesto reglas más estrictas y multas más altas.
Frustrada por la lentitud de las investigaciones antimonopolio, la jefa de competencia de la UE, Margrethe Vestager, propuso dos conjuntos de reglas conocidas como la Ley de Mercados Digitales (DMA, por sus siglas en inglés) y la Ley de Servicios Digitales (DSA) dirigidas contra Amazon, Apple, la unidad de Alphabet Google y Facebook.
La DMA incluye una lista de lo que se debe y no se debe hacer para los guardianes en internet (empresas que controlan los datos y el acceso a sus plataformas), reforzada por multas de hasta el 10% de la facturación global.
La DSA obliga a los gigantes tecnológicos a hacer más para abordar el contenido ilegal en sus plataformas, con multas de hasta el 6% de la facturación global por incumplimiento.
La posición común adoptada por los países de la UE sigue los puntos principales propuestos por Vestager, con algunos ajustes, siendo la Comisión Europea el principal ejecutor de las nuevas reglas pese a la propuesta inicial francesa de dar más poder a los organismos de control nacionales.
Se espera que las negociaciones comiencen el próximo año, y es probable que las reglas se adopten en el 2023.
Los cambios acordados por los países de la UE incluyen una nueva obligación para las empresas de tecnología que mejora el derecho de los usuarios finales a darse de baja de los servicios de la plataforma central y acorta los plazos y mejora los criterios para la designación de guardianes.