El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, expresó su preocupación sobre un eventual ataque químico de tropas rusas encubiertas y añadió que la alianza militar está “muy atenta” a ese riesgo.
“Nos preocupa que Rusia pueda organizar una operación bajo bandera falsa que posiblemente incluya armas químicas”, dijo en una conferencia de prensa en la víspera de una reunión de ministros de Defensa de los países de la alianza.
Stoltenberg citó “afirmaciones absurdas” por parte de Rusia sobre la posibilidad de que Ucrania posea laboratorios de armas biológicas.
La OTAN, añadió el funcionario, permanece “muy atenta” al riesgo de una operación encubierta y enfatizó que Rusia tendría “un alto precio que pagar” en caso que cometa tal “violación del derecho internacional”.
No obstante, evitó especular sobre una eventual respuesta militar por parte de la OTAN caso ello ocurra.
La reunión de ministros, dijo Stoltenberg, discutirá el miércoles “medidas concretas para reforzar nuestra seguridad a largo plazo en todos los dominios” como forma de adaptarse al cambiante escenario de amenazas que nacen de la “guerra sin sentido” en Ucrania.
“Esto podría incluir sustancialmente más fuerzas en la parte oriental de la alianza con mayor preparación y con más equipos”, además de las fuerzas reforzadas de la OTAN que ya se han enviado a los países que forman parte de la alianza y limitan con Ucrania, agregó.
Una cumbre de la OTAN programada desde hace mucho tiempo en Madrid en junio analizaría los cambios de largo plazo en la alianza.
“Es importante distinguir sobre la respuesta inmediata, como las decenas de miles de tropas adicionales y el poderío aéreo y naval, y luego el ajuste o la postura a más largo plazo”, que se discutirá en junio, indicó.