La OPEP+ vigila de cerca las informaciones sobre la nueva variante del coronavirus COVID-19, denominada “ómicron” por la Organización Mundial de la Salud (OMS), dijeron fuentes, y algunos países expresaron su preocupación de que pueda empeorar las perspectivas del mercado petrolero, menos de una semana antes de una reunión para establecer la política de bombeo del grupo.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, un grupo conocido como OPEP+, enfrenta una liberación de existencias de crudo liderada por Estados Unidos para intentar enfriar los precios.
La OPEP+ se ha resistido a los pedidos de Estados Unidos de hacer más para bajar los precios del petróleo, y ha continuado reduciendo las restricciones al agregar 400,000 barriles de suministro por día todos los meses desde agosto.
Autoridades mundiales reaccionaron con alarma el viernes a una nueva variante de coronavirus detectada en Sudáfrica, con la Unión Europea y Gran Bretaña entre los que endurecieron los controles fronterizos, mientras los investigadores buscaban averiguar si la mutación es resistente a la vacuna.
Los precios del petróleo cayeron más de 9% el viernes a menos de US$ 75 el barril.
“No es bueno, ya que agrega pesimismo a una perspectiva ya débil”, dijo un delegado de la OPEP, que pidió no ser identificado, sobre la nueva variante.
La OPEP+ se reúne el 2 de diciembre para decidir su política de producción. Otra fuente dijo que el grupo evaluaría la importancia de la variante para el mercado.
Otro delegado de la OPEP reconoció el desplome de los precios el viernes, pero dijo que aún no estaba claro qué impacto tendría la variante. “Estoy muy preocupado. Hay muchas incógnitas en este momento”.
Antes del viernes, fuentes de la OPEP+ sostuvieron que el grupo no había discutido detener su aumento de producción en enero. Irak dijo el jueves que la OPEP + debería ceñirse a su plan actual.
Una fuente familiarizada con las discusiones en Rusia, en tanto, restó importancia a la variante. “Creo que el pánico en el mercado por la nueva versión de COVID debería calmarse”, sostuvo.