La Organización de las Naciones Unidas (ONU) denunció el aumento de los ataques contra civiles en la invasión rusa de Ucrania y expresó su preocupación por el uso de armamento pesado contra ciudades del país.
“El secretario general (António Guterres) está muy preocupado por el uso de armas pesadas contra centros urbanos en Ucrania. Estas armas pueden tener un impacto horrible en la población civil”, señaló su portavoz, Stéphane Dujarric.
Declaró que con las muertes de civiles y los daños a infraestructuras civiles que se han conocido en las últimas horas queda cada vez más claro “el costo humano” que está teniendo el conflicto.
Hasta ahora, a fecha 28 de febrero, Naciones Unidas había contabilizado la muerte de 136 civiles en ataques, pero Dujarric aseguró este martes que se teme que la cifra real sea mucho más alta.
En el plano humanitario, dijo que las agencias de la ONU y sus socios siguen entregando ayuda a pesar de las dificultades, incluso en áreas de acceso complicado.
El domingo, la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) suministró un primer camión cargado de asistencia en el centro de Ucrania para apoyar a familias que están en albergues tras haber sido evacuadas y otras personas necesitadas.
Además, los primeros envíos de comida organizados por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) están camino desde Turquía, según declaró Dujarric.
Por otra parte, el portavoz aseguró que en los últimos días Guterres trató repetidamente de garantizar que el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, pudiese viajar a Ginebra con el fin de participar en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Lavrov anunció finalmente el lunes que cancelaba su viaje debido a la prohibición de que su avión sobrevolara el espacio aéreo de varios países europeos.
Dujarric afirmó que Guterres llegó a hablar dos veces con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, para que Lavrov pudiese llegar a Ginebra sin que las gestiones tuviesen éxito.