Occidente selló con Ucrania el compromiso de sostener su proceso de reconstrucción, que este país estima costará 720,000 millones de euros y que tendrá que responder a una serie de criterios, entre los cuales se han destacado la lucha contra la corrupción, la transparencia y la supervisión de los fondos que se entreguen.
La primera conferencia para la reconstrucción de Ucrania, de dos días, concluyó hoy con la adopción de la Declaración de Lugano (ciudad suiza donde tuvo lugar) por parte de Ucrania y de los representantes de cuarenta países y quince organizaciones internacionales, financieras y humanitarias.
Esta reunión ha sido el lanzamiento de una plataforma para la reconstrucción, que Ucrania no quiere que espere al final de la guerra y que considera que, en ciertos aspectos, puede empezar ya.
Según la Declaración, Ucrania estará al mando de su propia recuperación, pero la llevará adelante en colaboración con los países y entidades que le ofrezcan su apoyo, y se supervisarán los progresos y el uso de los recursos financieros de forma regular.
La transparencia es otro de los asuntos en el que se ha enfatizado durante la conferencia, en particular la necesidad de que se garantice un Poder Judicial independiente.
En el índice sobre la percepción de la corrupción de Transparencia Internacional, una oenegé de renombre en este ámbito, Ucrania aparece en el puesto 122 entre 180 países.
La reconstrucción y el desarrollo de Ucrania no podrán realizarse de forma centralizada, sino con “participación democrática” y teniendo en cuenta a las comunidades locales y las soluciones que planteen, dice otro apartado de la Declaración.
El primer ministro de Ucrania, Denis Chmygal, fue el encargado de presentar a la comunidad internacional el plan de reconstrucción elaborado por su gobierno.
Este no se limita la rehabilitación de las infraestructuras, sino que hace hincapié en que también la gestión económica, social y medioambiental deben ser mejores después de la guerra, cuyo fin no se ve cerca por las escasas posibilidades de un alto el fuego o de un acuerdo político en el corto plazo.
“Acabamos de preparar el periodo de la postguerra, a pesar de que el conflicto prosigue”, comentó en la clausura el presidente de Suiza, Ignazio Cassis.
En esta conferencia, Estados Unidos anunció que destinará más de US$ 6,000 millones en los próximos mese a Ucrania, mientras que Francia prometió también ayuda económica y militar, y Suiza ofreció duplicar su financiación.
La próxima conferencia para la reconstrucción de Ucrania se realizará en el Reino Unido en el 2023 y Alemania ha manifestado su voluntad de acoger a la que tendría lugar al año siguiente.