Nueva Zelanda acelerará su adopción de vehículos eléctricos e investigará el hidrógeno como una fuente de energía alternativa, al tiempo que busca eliminar gradualmente los combustibles fósiles y desempeñar su papel en la mitigación del calentamiento global.
Este lunes, al anunciar su primer plan de reducción emisiones, el Gobierno dijo que asignará durante cuatro años 2,900 millones de dólares neozelandeses (US$ 1,800 millones) para financiar un rango de medidas, desde incentivos para automóviles eléctricos hasta la eliminación gradual de las calderas de carbón, así como en ayuda a los agricultores para reducir las emisiones de metano de ganado.
“Este es un día histórico en nuestra transición hacia un futuro con bajas emisiones”, dijo en un comunicado la primera ministra, Jacinda Ardern. “Todos hemos visto informes recientes sobre el aumento del nivel del mar y el impacto que esto tiene aquí en Nueva Zelanda. No podemos hacer a un lado el problema del cambio climático hasta que sea demasiado tarde para solucionarlo”.
A pesar de contribuir solo con una pequeña fracción a las emisiones globales de gases de efecto invernadero, el Gobierno dice que Nueva Zelanda debe desempeñar su papel para limitar el aumento de la temperatura global en 1.5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales. Las medidas anunciadas hoy también tienen como objetivo proteger el medio ambiente de la nación y mantener la reputación limpia y ecológica con la que comercia.
“En Nueva Zelanda, nuestro medio ambiente realmente es nuestra economía”, dijo el ministro de Finanzas Grant Robertson. “Nuestra marca limpia y ecológica nunca ha sido más importante”.
El Gobierno intensificará los esfuerzos para descarbonizar el transporte, con el objetivo de electrificar al menos el 30% de la flota de vehículos livianos del país para el 2035.
Continuará brindando un descuento de vehículos limpios para alentar la compra de automóviles de bajas emisiones, invertir en infraestructura de carga de vehículos eléctricos y ayudar a los hogares de ingresos bajos y medianos a comprar un automóvil eléctrico si desechan su viejo vehículo. También probará un esquema de arrendamiento de vehículos eléctricos.
Su objetivo es descarbonizar toda la flota de transporte público para el 2035.
Habrá esfuerzos para reducir los desechos que van a los vertederos, y la mayoría de los hogares tendrán acceso a la recolección de desechos de alimentos en la acera para el 2030. El Gobierno también prohibirá las nuevas calderas de carbón de baja y media temperatura y eliminará las existentes para el 2037.