El líder opositor ruso, Alexéi Navalni, dedicó el premio Sájarov que le concedió el miércoles el Parlamento Europeo a “los luchadores contra la corrupción en todo el mundo”.
“Le dedico el premio a los luchadores contra la corrupción en todo el mundo: desde periodistas a abogados, desde funcionarios -sí los hay- a diputados y aquellos que salen a la calle para apoyar esa lucha”, dijo Navalni en su cuenta de Instagram en su primera declaración desde el anuncio del galardón.
Navalni, que cumple dos años y medio de prisión, les deseó “perseverancia y coraje incluso en aquellos momentos cuando da un poco de miedo”.
Al tiempo que reconoció que el premio Sájarov a la Libertad de Conciencia es un “gran honor” y una “gran responsabilidad”, recordó que la corrupción no es culpable sólo de la pobreza y de la degradación del Estado, sino que es “la principal amenaza para los derechos humanos”.
“‘Al dinero le gusta el silencio’, no dejan de repetir aquellos que meten en la cárcel, torturan y privan a la gente del derecho a un juicio justo y a unas elecciones limpias”, señaló.
Navalni labró su fama al denunciar el enriquecimiento ilícito en la administración pública, lo que le convirtió en el enemigo número uno del presidente ruso, Vladímir Putin.
Antes de ser condenado, el opositor publicó un vídeo titulado “El Palacio de Putin” sobre la mansión que los amigos del presidente supuestamente le han construido en el mar Negro y que uno de sus mejores amigos, el empresario Arkadi Rotenberg, admitió después que era de su propiedad.
En particular, el encarcelado opositor dio las gracias a los grupos del Partido Popular Europeo y Renovar Europa (liberales), y al Parlamento Europeo por crear en su momento el premio con el nombre del inventor de la bomba de hidrógeno y activista soviético, Andréi Sájarov.
Al anunciar la concesión del galardón, la Eurocámara subrayó la “gran valentía” de Navalni, al que su lucha contra el Kremlin “le ha costado la libertad y casi la vida”.
Además, los eurodiputados demandaron la “liberación inmediata y sin condiciones” del opositor. La noticia fue aplaudida por Occidente, pero el Kremlin rechazó abiertamente la decisión del Parlamento Europeo.
Navalni, de 45 años y considerado el líder de la primera generación libre en la historia de Rusia, acusó al presidente ruso, Vladímir Putin, de ordenar su envenenamiento en agosto del 2020.
La oposición rusa acusa al Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) de organizar una operación secreta para envenenar a Navalni con el agente tóxico Novichok.
Navalni, de 45 años, cayó en coma, pero se recuperó en una clínica berlinesa y en enero pasado regresó a Rusia, tras lo que fue condenado por un antiguo caso penal.