La artillería rusa bombardeó Mariúpol, una ciudad rusófona de 441,000 habitantes, situada a unos 55 km de la frontera rusa y a 85 km del bastión de los separatistas prorrusos de Donetsk. (REUTERS).
La artillería rusa bombardeó Mariúpol, una ciudad rusófona de 441,000 habitantes, situada a unos 55 km de la frontera rusa y a 85 km del bastión de los separatistas prorrusos de Donetsk. (REUTERS).

Estos son los momentos clave del asedio de , un puerto estratégico en el sureste de del que las fuerzas rusas dicen haber tomado el control en la víspera (jueves), tras más de 50 días de combates.

La conquista de Mariúpol permitiría a Rusia establecer un corredor desde los territorios prorrusos del Donbás (este) hasta la península de Crimea, anexionada por Moscú en el 2014.

Mariúpol, bombardeada y rodeada

El 2 de marzo, siete días después del inicio de la ofensiva de Moscú en Ucrania, la artillería rusa bombardeó Mariúpol, una ciudad rusófona de 441,000 habitantes, situada a unos 55 km de la frontera rusa y a 85 km del bastión de los separatistas prorrusos de Donetsk.

El alcalde acusa a las fuerzas rusas y prorrusas de querer “imponer un bloqueo”, impidiendo el suministro de la ciudad y cortando sus “infraestructuras vitales”.

Ataque a una maternidad

El 9, un bombardeo ruso contra una maternidad y un hospital pediátrico causa tres muertos.

Ucrania y la Unión Europea (UE) condenan un “crimen de guerra”. Moscú afirma que en el edificio se encontraban combatientes ucranianos.

Primeras evacuaciones

A mediados de marzo, tras varios intentos fallidos, miles de civiles empiezan a ser evacuados de Mariúpol mediante un corredor humanitario.

Destrucción de un teatro

El 16, la aviación rusa destruye un teatro, donde se refugiaban casi un millar de personas, según las autoridades ucranianas, que temen que haya unos 300 muertos.

Moscú desmiente este bombardeo y lo atribuye al batallón nacionalista ucraniano Azov.

“Enorme crimen de guerra”

El 21, Kiev rechaza un ultimátum de Moscú que pide la rendición de Mariúpol.

La UE denuncia un “enorme crimen de guerra” en la ciudad portuaria.

Los civiles que consiguieron salir de la ciudad con sus propios vehículos describen una situación dantesca, con bombardeos constantes y sus habitantes hacinados en los sótanos.

Tregua humanitaria

El 30, Moscú anuncia un alto el fuego local al día siguiente para abrir un corredor humanitario.

Durante varios días, rusos y ucranianos se echan las culpas por las dificultades en las evacuaciones hacia Zaporiyia, a más de 200 km al oeste.

El 2 de abril, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, informa que más de 3,000 personas pudieron ser “salvadas”.

Destruida en “un 90%”

El 4 de abril, el alcalde de Mariúpol declara que la ciudad está destruida en “un 90%” y que la situación va más allá de la “catástrofe humanitaria”.

El 7, el “nuevo alcalde” proclamado por las fuerzas prorrusa, Konstantin Ivashchenko, estima que 250,000 personas salieron de la ciudad pero que quedan unas 300,000.

“Batalla final”

El 11, el ejército ucraniano se prepara para la “batalla final” en Mariúpol, donde los combates se concentran en una extensa zona industrial siderúrgica del grupo Azovstal.

Miles de muertos

El 12, las autoridades regionales a al menos 20,000 el número de muertos.

Estados Unidos indica que dispone de “informaciones creíbles” sobre la posibilidad que Rusia use “agentes químicos” para controlar la ciudad.

Llamados a la rendición

El 17, los últimos combatientes ucranianos desoyen un nuevo ultimátum de Moscú para deponer las armas.

El 19, Moscú reitera que los que se rindan “salvarán su vida”.

Fortaleza asediada

El 20, Kiev propone negociaciones especiales sobre Mariúpol, donde se encuentran “alrededor de un millar de civiles, mujeres y niños” y “cientos de heridos”, según el presidente ucraniano.

“Estamos dispuestos a salir de Mariúpol con la ayuda de un tercero”, con armas “para salvar a la gente que se nos ha confiado”, dice Sviatoslav Palamar, comandante adjunto del batallón Azov.

“Éxito”

El 21, toda Mariúpol está bajo control ruso salvo la planta de Azovstal, según el ministro ruso de Defensa.

El presidente ruso, Vladimir Putin, ordena asediar la zona industrial “de tal forma que no pase ni una mosca”, sin llevar a cabo un asalto. Califica de “éxito” la “liberación de Mariúpol”.