Las autoridades de Estados Unidos y México anunciaron recientemente una nueva política que expulsa a los venezolanos que pasan la frontera terrestre estadounidense, pero permitiría que hasta 24,000 de ellos soliciten la entrada humanitaria por vía aérea.
Como resultado de la nueva política, miles de venezolanos que se cree que se dirigían a Estados Unidos ahora están varados en varios países.
¿Por qué se implementaron las nuevas medidas?
Las medidas responden en parte a la presión política sobre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para que frene un número récord de cruces ilegales en la frontera con México. Los venezolanos han sido uno de los grupos más grandes de migrantes involucrados en tales cruces, en parte porque Washington otorgó el año pasado estatus de protección temporal a quienes estaban en suelo estadounidense.
Deportar venezolanos, por lo demás, es más complicado que con migrantes de otras nacionalidades porque los dos países rompieron relaciones diplomáticas en el 2019, lo que dificulta la organización de vuelos de deportación.
Más de 15,.000 venezolanos fueron detenidos en la frontera entre Estados Unidos y México entre octubre del 2021 y agosto del 2022, en comparación con casi 48,000 en el año fiscal 2021, según datos del gobierno en Washington.
En septiembre, más de 33,000 venezolanos fueron encontradas en la frontera entre Estados Unidos y México, más que la cantidad de personas que cruzaron la frontera desde México y más que los inmigrantes de Guatemala, El Salvador y Honduras combinados, según datos del gobierno estadounidense.
¿Qué pasa ahora con los venezolanos en tránsito hacia EE.UU.?
Aquellos en tránsito pueden intentar llegar a Estados Unidos a pesar de la casi certeza de que serán enviados de regreso a México. Hasta el momento, las autoridades mexicanas han dado a muchas de estas personas un plazo de no más de dos semanas para abandonar el país. No está claro dónde se alojarán los venezolanos que esperan en México, ya que el sistema de refugios para migrantes de ese país a menudo se ve abarrotado.
Algunos pueden regresar a Venezuela, mientras que otros podrían establecerse en diferentes países de América Latina, donde los migrantes venezolanos han enfrentado, en algunos casos, discriminación, oportunidades laborales limitadas y restricciones en su estatus migratorio.
La mitad de la población refugiada y migrante venezolana en América Latina y el Caribe no puede pagar tres comidas al día y carece de acceso a una vivienda, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), lo que obliga a muchos a recurrir al trabajo sexual o la mendicidad.
¿Quién puede solicitar el nuevo programa de EE.UU.?
Los venezolanos que cumplan con los requisitos pueden postularse para el programa anunciado el 12 de octubre. Entre los requisitos está tener un patrocinador radicado en Estados Unidos y tener un pasaporte válido. El costo de un pasaporte en Venezuela es de US$ 200, casi 10 veces el salario mínimo.
Solo el 1% de 1,591 migrantes que salieron de Venezuela entre junio y agosto tenían pasaporte, según el Observatorio de Investigaciones Sociales, un grupo de derechos humanos.
¿Qué desencadenó el éxodo venezolano?
Tras el gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez, quien murió en el 2013, el país con las mayores reservas de petróleo del mundo quedó sumergido en la crisis económica y denuncias de corrupción.
En el 2014 la economía de Venezuela se derrumbó cuando los precios mundiales del petróleo se desplomaron y las condiciones de vida se deterioraron aun más debido a que los estrictos controles de precios crearon una escasez generalizada. Los productos comenzaron a desaparecer de los estantes de las tiendas mientras que el mercado negro prosperó con artículos que iban desde aceite de cocina hasta harina de maíz.
En el 2018, la inflación en Venezuela superó el millón por ciento. No se disponía de medicamentos para afecciones que iban desde dolores de cabeza hasta cáncer.
¿Por qué los venezolanos siguen migrando?
A pesar de algunas mejoras luego de una dolarización informal en el 2019, la mayoría de los venezolanos todavía tienen dificultades para pagar los bienes y servicios básicos. Los esfuerzos del gobierno de Nicolás Maduro para suavizar las restricciones económicas han aliviado la escasez y han alimentado el consumo en los grupos de altos ingresos, pero dejaron a la gran mayoría de la población con salarios muy por debajo del costo de vida, según analistas económicos.
El salario mínimo mensual en el país miembro de la OPEP ronda los US$ 15, mientras que el precio de una canasta alimentaria que cubre las necesidades mensuales de una familia de cinco integrantes rondaba los US$ 370 a fines de septiembre, según el no gubernamental Observatorio Financiero Venezolano.
Incluso en el sector de comercio y servicios de Caracas, los empleados ganan un promedio de solo US$ 130 al mes. Mientras tanto, en el sector público, que emplea a unos 2,2 millones de personas, el salario mensual promedio es de unos US$ 20 a US$ 30, según la consultora Anova, con sede en Caracas.
Los economistas dicen que al menos el 30% de la población no se ha beneficiado de las nuevas medidas económicas.
Las remesas a los venezolanos de familiares en Estados Unidos o en otros lugares ayudan, pero son insuficientes para la mayoría. Solo una cuarta parte de las familias venezolanas reciben remesas, con un promedio de solo US$ 70 al mes, según Anova.