Santiago Roncagliolo se sumó este viernes a las deserciones dentro de la delegación de Perú para participar como país invitado de honor en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara (México), en señal de protesta contra la decisión del Ministerio de Cultura de excluir a varios autores ya confirmados.
“Tras varias contradicciones, el Ministerio ha retirado la invitación a la FIL de Guadalajara a escritores -y sobre todo escritoras- indiscutibles. La lista final solo parece representar los caprichos erráticos de un ministro. Con gran tristeza, declino la invitación”, manifestó en redes sociales Roncagliolo.
El escritor peruano, cuya novela más reciente es “Y líbranos del mal”, renunció al igual que habían hecho en la víspera otros autores como Alonso Cueto, Mariana De Althaus, Juan Carlos Cortázar, Victoria Guerrero, Rafael Dumett, Micaela Chiriff, Gustavo Rodríguez, Teresina Múñoz-Nájar y Joseph Zárate.
Así, este grupo manifestó su disconformidad con que el Ministerio de Cultura retirara de la delegación abruptamente a Renato Cisneros, Karina Pacheco Medrano, Katya Adaui, Gabriela Wiener, Jorge Eslava, Cronwell Jara, Marcel Velásquez Castro, Carmen McEvoy y Nelly Luna Amancio.
Bajo el argumento de que estos escritores ya habían representado a Perú recientemente en otros certámenes literarios internacionales, el Ministerio de Cultura puso en su lugar a autores de regiones del interior del país.
Solidaridad con excluidos
Sin embargo, el criterio seguido por el Ministerio de Cultura de incluir a unos en detrimento de otros ha disgustado a varios integrantes de la delegación peruana, que ya había sido presentada por el anterior Gobierno encabezado por el presidente Francisco Sagasti.
La más efusiva en criticar este cambio ha sido la dramaturga Mariana De Althaus, quien no quiere ser parte de un grupo que “se ha conformado siguiendo criterios inaceptables y que agreden a la carrera de nueve escritores de altura y trayectoria, principalmente la de tres importantes escritoras como Gabriela Wiener, Katya Adaui y Karina Pacheco”.
“Me apena y preocupa la ignorancia que está demostrando el ministro Ciro Gálvez sobre el sector editorial y sobre la importancia de un evento como este”, apuntó De Althaus.
Entre los nuevos miembros incluidos en la delegación peruana para la FIL de Guadalajara hay autores en lenguas originarias como Washington Córdova y la poeta cusqueña Ch’aska Anka Ninawaman, que escriben en quechua, el idioma nativo más hablado de América.
El cambio se produjo tras la llegada al poder de Pedro Castillo, quien puso al frente del Ministerio de Cultura al abogado y excandidato presidencial Gálvez, quien reivindica un mayor espacio para la cultura regional, al considerar que esta ha sido tradicionalmente marginada desde la capital Lima.
Ministro se reafirma
Frente a las críticas por los cambios en la delegación peruana, Gálvez dijo el jueves que “se trata precisamente de cambiar las viejas estructuras, las viejas costumbres de preferir solamente lo de Lima”.
“En caso de escritores que por ejemplo viajan a las ferias internacionales había la costumbre de enviar repetidamente año tras año a los mismos escritores de Lima, que ya no necesitan un apoyo del Estado, tienen sus recursos y son personajes conocidos”, apuntó Gálvez.
“Hay algunos que son exministros y personajes de bastante poder que no necesitan viajar con dinero del Estado”, añadió el ministro.
Pese a la cadena de renuncias y la polémica, más de 50 miembros se mantienen en la representación de Perú para el certamen literario de México, entre ellos los escritores Fernando Iwasaki y Diego Trelles Paz.