Petróleos Mexicanos podría terminar pagando alrededor de US$ 1,600 millones por la refinería de Deer Park de Royal Dutch Shell Plc, lo que sería más del doble del precio anunciado en mayo, a pesar de que sus finanzas están en tan mal estado que el Gobierno decidió inyectar miles de millones de dólares en la productora estatal de petróleo.
Pemex, como se conoce a la petrolera, solicitó alrededor de US$ 1,600 millones para adquirir la refinería del área de Houston, incluida una capitalización del Fondo Nacional de Infraestructura de México y un crédito puente de los bancos comerciales, según documentos de Pemex a los que tuvo acceso Bloomberg.
Dichos fondos se utilizarán para pagar más de US$ 1,000 millones de la deuda de la refinería, una parte del acuerdo que no estaba claro cuando se anunció por primera vez.
Pemex y Shell no respondieron de inmediato las solicitudes de comentarios.
La compra de Deer Park aseguraría suministros críticos de combustible en Estados Unidos, a medida que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, busca incrementar el control estatal de los mercados energéticos del país y ampliar su capacidad de refinería.
El acuerdo también se produce justo cuando Pemex, la compañía petrolera más endeudada del mundo, recibió una inyección de capital de US$ 3,500 millones del Gobierno con el objetivo de reducir su carga de deuda de US$ 113,000 millones.
Pemex anunció en mayo que el precio de compra de la refinería sería de US$ 596 millones. Sin embargo, ese monto solo incluía la participación de Shell en la deuda de la empresa conjunta con la rama comercial de Pemex, PMI, en la que ambos socios tenían una participación del 50%, y no la deuda total de la instalación.
Dado que Pemex no cotiza en bolsa, no está obligada a revelar detalles de sus acuerdos. El director general de Pemex, Octavio Romero, dijo en mayo que la deuda de la refinería era de alrededor de US$ 980 millones, pero no dejó claro si Pemex planeaba pagarla.
La solicitud de fondos para comprar la refinería fue aprobada por el directorio de Pemex el 3 de noviembre, según un documento de la reunión del directorio, en el que se redactan los montos.
Además de pagar la deuda para completar la transacción, Pemex también deberá pagar a Shell por activos como inventarios, según muestran los documentos.
En un comunicado emitido por Pemex en el momento del anuncio, la empresa señaló que el costo de los inventarios, incluidos los insumos de la refinería y la mercadería a la venta, era una “cantidad adicional” que “será pagado al vendedor en el momento del cierre y será basado en los volúmenes reales y en los precios de mercado prevalecientes”.
En lo que va del año, Deer Park ha acumulado aproximadamente US$ 380 millones en pérdidas netas, según uno de los documentos.
Anteriormente Bloomberg informó que el cierre forzoso de las instalaciones de Deer Park durante la helada de Texas a mediados de febrero y la volatilidad del mercado durante la pandemia, provocaron que la refinería registrara pérdidas de alrededor de US$360 millones hasta julio.
Los costos adicionales ejercerán aún más presión sobre las finanzas de Pemex y las arcas de México, debido a que la compra dependerá en gran medida de fondos federales.
La deuda de Pemex supera actualmente los US$ 113,000 millones, mayor a cualquier otra petrolera en el mundo, y carece de una estrategia clara para revertir las caídas de producción a largo plazo.
Es probable que la adquisición de la refinería de Deer Park se concrete a fines del 2021, al tiempo que el Comité de Inversión Extranjera en Estados Unidos continúa revisando la venta, dijo Shell en un comunicado el 30 de noviembre.