Petróleos Mexicanos, la petrolera más endeudada del mundo, recibirá una inyección de capital del Gobierno por US$ 3,500 millones para pagar la creciente deuda y ayudar a revertir las caídas de la producción de petróleo a largo plazo.
La estatal mexicana recibirá los fondos como parte de una operación de gestión de pasivos que incluye la emisión de nuevos bonos denominados en dólares y la compra de valores en circulación, según un comunicado de Pemex publicado este lunes.
El último esfuerzo del presidente, Andrés Manuel López Obrador, para mostrar su apoyo a la petrolera, que tiene un legado de 90 años en el país y durante muchos años proporcionó una gran parte del presupuesto federal, se produce después de más de una década de caídas en la producción y una limitada inversión en nuevos campos.
Si bien el anuncio pareció brindar cierto apoyo a corto plazo para la atribulada empresa, los analistas se muestran escépticos de que este sea suficiente para reactivar las operaciones.
“Parece continuidad de lo que han venido haciendo: una transferencia directa del Gobierno mexicano, y tratar de cambiar la deuda de corto y mediano, a largo plazo”, dijo Alejandra León, directora de upstream para América Latina de IHS Markit. “La parte crítica de si hay cambios en la operación que generen recursos suficientes para hacer frente a la deuda sigue en suspenso”.
Leon dijo no poder estar segura de que las transacciones anunciadas hoy reduzcan en última instancia la carga de deuda de Pemex, dado que los detalles sobre los planes para recomprar algunos pagarés y emitir nuevos bonos no estaban todavía claros.
Aún así, los inversionistas parecían animados, en tanto que los bonos de referencia de Pemex con vencimiento en el 2031 subían 1.2 centavos a 96.5 centavos por dólar, reduciendo su rendimiento a 6.4%.
La transacción de gestión de pasivos no incluirá bonos con vencimiento en el 2022 y 2023, a medida que el Gobierno ya se ha comprometido a cubrirlos, según el comunicado. El director general de Pemex, Octavio Romero, reveló previamente ese compromiso en octubre. En el 2022, el Gobierno también anunció previamente planes para reducir el impuesto de participación en las ganancias de la empresa a 40%.
López Obrador y el ministro de Finanzas, Rogelio Ramírez de la O, prometieron hacer lo que fuera necesario para apuntalar a la gigante petrolera, en tanto que el presidente incluso dijo que sus bonos son equivalentes a deuda soberana.
López Obrador, ampliamente conocido como AMLO, ha hecho de Pemex el foco de su estrategia para reactivar la economía mexicana haciéndola autosuficiente en gasolina, revirtiendo las reformas energéticas liberalizadoras de su predecesor para darle a Pemex un papel más importante en el mercado doméstico.
Intercambio de bonos
Los tenedores de bonos de Pemex con vencimiento del 2024 al 2030 recibirán efectivo y nuevos pagarés en una oferta de canje, mientras que a los inversionistas con valores que vencen después del 2044 se les pagará en efectivo por sus tenencias, según el comunicado.
Además de la transacción, Pemex reformulará su plan de negocios quinquenal para incluir acciones detalladas necesarias para fortalecer su posición financiera en el mediano y largo plazo, así como para preparar a la petrolera para los desafíos que enfrentará el sector energético en los siguientes años, dice el comunicado.
Asimismo, implementará mecanismos financieros que permitirán la coinversión del sector público en proyectos de exploración y producción, mejoras en su estructura de deuda y cambios en el equipo de gestión de Pemex.
La semana pasada, en el primer turno de C-suite de Pemex en los últimos tres años, el productor mexicano nombró al director de gestión de riesgos, Antonio López Velarde, su director financiero, en sustitución de Alberto Velázquez García.
Las políticas energéticas de AMLO han sido criticadas por los inversionistas por asignar más recursos al negocio de refinación no rentable de Pemex y reducir las exportaciones de crudo para enviar petróleo a sus refinerías.
En los últimos años, compañías de calificación crediticia internacionales como Fitch Ratings y Moody’s Corp. han rebajado los bonos de Pemex a grado especulativo, en parte porque dicen que no tiene una estrategia clara para revertir las caídas de producción.