La economía de México evitó por poco la recesión en el 2021, ya que los fabricantes se ajustaron a la escasez y los obstáculos en la cadena de suministro en medio de la falta de estímulo fiscal.
El producto bruto interno (PBI) no registró variación en el cuarto trimestre en comparación con el trimestre anterior, situándose sobre la estimación media de una contracción del 0.1% en una encuesta de Bloomberg, según los datos finales publicados el viernes por el instituto de estadísticas de México. Los datos preliminares indicaban que el PBI cayó un 0.1%, tras haberse contraído un 0,4% en el tercer trimestre.
México, uno de los mayores exportadores del mundo, se vio acosado por problemas de suministro global incluso cuando la demanda de sus productos aumentó en Estados Unidos, su principal socio comercial.
La ausencia de un estímulo gubernamental significativo y la creciente actitud agresiva del banco central en respuesta a una inflación superior a la meta frenaron aún más el crecimiento, con una contracción trimestral del 0.6% del sector servicios que representó el mayor lastre para la economía.
En abril, el Congreso aprobó una ley que prohíbe la mayoría de las subcontrataciones en un esfuerzo por combatir la evasión fiscal y garantizar que los empleadores cubran los beneficios. La medida ayudó a impulsar la contratación formal, pero al mismo tiempo golpeó a las empresas de servicios dedicadas a la tercerización laboral.
La economía mexicana se recuperó rápidamente después del segundo trimestre de 2020, cuando el país instauró estrictas medidas de confinamiento en respuesta al COVID-19, pero la recuperación ha ido perdiendo fuerza desde la segunda mitad del año pasado. Sobre una base anual, la economía creció un 1.1% en los últimos tres meses del 2021, ligeramente por encima de la estimación media de analistas de una expansión del 1%.
El presidente Andrés Manuel López Obrador se ha negado a seguir a muchos otros países en impulsar el gasto para apuntalar la economía, argumentando que México está mejor posicionado con menos deuda.
El FMI en enero recortó su pronóstico de PBI para México en el 2022 a 2.8% frente a un 4% proyectado solo tres meses antes y ahora ve que ese ritmo se desacelera a 2.7% en el 2023.
Sin embargo, desde el último pronóstico del Fondo, la Reserva Federal de EE.UU. ha dado un giro agresivo en respuesta a la elevada inflación, aumentando la posibilidad de un crecimiento más lento en la economía más grande del mundo y el principal socio comercial de México.
Al mismo tiempo, la persistente inflación interna hizo que el Banco de México diera inicio a un ciclo de ajuste que llevó la tasa clave del 4% hasta el 6% en junio pasado, y se esperan más aumentos de la tasa de interés.
La invasión rusa de Ucrania, que ha desencadenado una de las peores crisis de seguridad en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, añade un nuevo elemento de incertidumbre tanto a las perspectivas de crecimiento como de inflación.