Las acciones europeas se hunden un 20%. Los diferenciales de los créditos basura superan los niveles de la crisis del 2020. El euro se desploma hasta los 90 centavos.
Las predicciones son desastrosas para los mercados financieros si Rusia corta todo el suministro de gas a Europa.
Los envíos se encuentran actualmente en bajos niveles con el principal gasoducto cerrado por mantenimiento durante 10 días, y crece el temor de si Moscú volverá a abrir el grifo. Muchos inversionistas se preguntan: ¿hasta dónde puede llegar esto?
Ante esta pregunta, los estrategas de Wall Street han intentado poner cifras a un escenario que sería impensable en tiempos normales. Hay tantas variables, como la duración de cualquier cierre, el alcance de los cortes de suministro y hasta dónde llegarían los países para racionar la energía, que la predicción de cualquiera es una conjetura en el mejor de los casos.
“La gran incógnita es cómo repercutirá en el resto de Europa y en el mundo la conmoción que se inicia en Alemania, Polonia y otros países de Europa central”, dijo Joachim Klement, jefe de estrategia, contabilidad y sostenibilidad de Liberum Capital. “Sencillamente, no hay sustituto disponible para el gas ruso”.
En un análisis realizado esta semana, los economistas de UBS Group AG expusieron una visión detallada de lo que creen que ocurriría si Rusia detiene las entregas de gas a Europa.
Las ganancias de las empresas disminuirían en más de un 15%. La caída del mercado superaría el 20% en el Stoxx 600 y el euro retrocedería hasta los 90 centavos. La carrera por los activos seguros llevaría los rendimientos del bono alemán de referencia al 0%, escribieron.
“Hacemos hincapié en que estas proyecciones deben considerarse como una aproximación y, en ningún caso, como el peor de los escenarios”, escribió Arend Kapteyn, economista jefe de UBS. “Podríamos concebir fácilmente perturbaciones económicas que conduzcan a resultados de crecimiento más negativos”.
Los mercados ya están descontando parte del impacto. El euro está en su punto más bajo en dos décadas y al borde de la paridad con el dólar. Las acciones alemanas han perdido un 11% desde junio. El gigante alemán del gas, Uniper SE, es la mayor víctima corporativa, luego que sus acciones cayeran un 80% este año, mientras busca un rescate del Gobierno.
Sin duda, muchos inversionistas dicen que hay razones para creer que Rusia volverá a suministrar gas cuando termine el mantenimiento del gasoducto Nord Stream 1 el 21 de julio. Pero, como señala UBS, si los países europeos empiezan a racionar voluntariamente el gas para rellenar sus reservas, el golpe al crecimiento económico será grave.
“Europa está atrapada en un círculo vicioso”, dijo Charles-Henry Monchau, director de inversiones de Banque Syz. El aumento de los precios de la energía perjudica a la economía europea, lo que hace que el euro baje. A su vez, la debilidad del euro encarece aún más las importaciones de energía, dijo.
La otra preocupación es que los bancos centrales no puedan hacer mucho para ayudar a la economía con una inflación que ya está en máximos de una década, señaló Prashant Agarwal, gestor de carteras de Pictet Asset Management.
“No estoy seguro de que las herramientas de los bancos centrales funcionen en este escenario”, sostuvo. “En el pasado, tenían margen para abordar la situación porque la inflación era baja”.