Los hogares rusos retiraron de sus cuentas divisas por valor de US$ 9,800 millones en marzo y los bancos redujeron los nuevos préstamos a las empresas en alrededor de un tercio, dijo el Banco Central de Rusia, ya que las sanciones occidentales por el conflicto en Ucrania asustaron a los consumidores.
“El trimestre fue difícil, por decirlo con claridad. Fue muy preocupante en algunos momentos, pero lo más importante es que la situación logró estabilizarse”, dijo Alexander Danilov, director del departamento de regulación y análisis bancario del banco central.
“El sector bancario se enfrentó a una importante salida de fondos de la población a fines de febrero. La gente sacó el dinero de sus cuentas presa del pánico, temiendo por su seguridad”, señaló.
Los fondos depositados cayeron en 1.2 billones de rublos (US$ 14,720 millones) en febrero, según dijo el banco en un informe mensual sobre la evolución del sector, y el descenso continuó en marzo, con salidas de 236,000 millones de rublos.
A diferencia de los informes anteriores de esta serie, el banco central no reveló los beneficios del sector.
Un repunte económico que reactivó el crecimiento de los préstamos e impulsó el interés por los activos inmobiliarios hizo que los bancos rusos obtuvieran un beneficio récord de 2.4 billones de rublos el año pasado, pero las consecuencias de las acciones rusas en Ucrania hacen improbable que eso se repita.
Los préstamos al consumo cayeron un 1.9% en marzo, ya que el sector bancario se vio afectado por una subida de tasas de emergencia por parte del banco central, el aumento de los precios redujo la renta disponible de los consumidores y se extendió la incertidumbre sobre las perspectivas de empleo, según la entidad.
El banco central duplicó con creces su tasa de interés básico hasta el 20% el 28 de febrero, cuando se produjo la primera oleada de sanciones, antes de reducirla al 17% el 8 de abril. Se espera que aplique más disminuciones en la próxima reunión de sus autoridades el 29 de abril.