A diferencia de las grandes economías del mundo, China registró el año pasado una caída de precios, que abre la vía a una bajada de las tasas de interés para apoyar una actividad penalizada por la crisis inmobiliaria.
En el conjunto del 2021, la inflación subió una media de 0.9% (y un 1.5% interanual en diciembre, frente al 2.3% de noviembre), informó la Oficina Nacional de Estadística (BNS).
Se trata de un ritmo mucho más lento que el observado un año antes (2.4%), consecuencia de la práctica paralización de la actividad en China a principios del 2020 tras la propagación del COVID-19.
Al contrario, en la zona del euro y en Estados Unidos, la inflación galopante es motivo de preocupación.
El presidente del banco central de Estados Unidos (Fed), Jerome Powell, dijo el martes que el restablecimiento de la estabilidad de los precios está “en lo más alto de la lista de prioridades”, justificando de antemano una serie de subidas de tasas de interés que se producirán este año en Estados Unidos.
Aunque el espectro de la inflación ha hecho temblar a los mercados mundiales, la tendencia en China se explica en parte por la caída de los precios de los alimentos.
El descenso es significativo en el caso de la carne de cerdo (-36.7% en un año), la más consumida con diferencia en el país.
El precio de la carne de cerdo se había duplicado en los últimos años debido a una epidemia de peste porcina africana que diezmó las explotaciones. Pero los precios se redujeron en el 2021 a medida que la enfermedad retrocedía.
Las autoridades habían impulsado las compras preventivas a principios de noviembre, llamando a la población a abastecerse de alimentos, en el contexto de un resurgimiento limitado de la epidemia, acompañado de medidas de confinamiento.
Precios estables
En cuanto a los precios de producción, la inflación también se redujo el mes pasado, aumentando solo un 10.3% interanual, frente al 12.9% de noviembre.
El índice del coste de los bienes a la salida de la fábrica registró en setiembre su mayor subida en más de 25 años (13.5%).
De media, los precios de producción subieron un 8.1% en el 2021, tras haber caído un 1.8% un año antes.
Los precios de producción “probablemente seguirán ralentizándose en los próximos meses”, dijo la analista Sheana Yue, de Capital Economics.
“Pero es probable que el repunte de la epidemia provoque más trastornos en las cadenas de suministro”, advirtió.
Unos 20 millones de personas han sido puestas en cuarentena en tres ciudades en las últimas semanas tras la aparición de casos de COVID-19, incluida la variante ómicron.
China se ha recuperado en gran medida del choque inicial de la pandemia, pero los brotes esporádicos de COVID-19 en todo el país siguen perturbando la actividad.
La recuperación también se ha visto debilitada por la subida de los precios de las materias primas y la crisis del sector inmobiliario con el colapso de la promotora Evergrande, al borde de la quiebra.