(Foto: AFP)
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El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, llevó su proyecto de “transformación” al Banco de México (Banxico) al anunciar el miércoles que propondrá a su secretario de Hacienda, Arturo Herrera, como nuevo gobernador del organismo autónomo.

“Un cambio para el bien de México: Arturo Herrera será propuesto como gobernador del Banco de y llega a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SCHP), Rogelio Ramírez de la O”, reveló el presidente en un mensaje con ambos desde Palacio Nacional.

Este es el primer cambio de gabinete que había anunciado para después de las elecciones del 6 de junio, cuando la alianza de partidos del presidente perdió la mayoría calificada de dos tercios en la Cámara de Diputados, pero conservó la mayoría absoluta, es decir, más de la mitad.

¿Por qué estos cambios? En lo fundamental porque queremos que en este segundo tramo del Gobierno, después de las elecciones federales para la integración de la nueva legislatura, queremos mantener estabilidad macroeconómica”, justificó el mandatario.

De la polémica a la calma

El mandatario mexicano causó polémica el mes pasado cuando anunció que no renovaría a Alejandro Díaz de León, actual gobernador de Banxico y que culmina su cargo en diciembre próximo, por pertenecer al “periodo neoliberal”.

En su lugar, avisó, propondría a un “economista con dimensión social, muy partidario de la economía moral”, lo que despertó nerviosismo.

Pero la llegada de Herrera “es un movimiento razonable”, consideró Edmar Ariel Lezama, coordinador del Programa Único de Especializaciones en Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México ().

“Es un hombre de todas las confianzas del presidente, pero no lo veo como un riesgo que muchos han planteado, que este es el comienzo para que el Banco de México pierda su autonomía y quede sometido a lo que el presidente diga”, indicó Lezama.

Tras el anuncio, el “tipo de cambio se presionó ligeramente al alza”, advirtió Gabriella Siller, la directora de análisis económico de Banco Base, pese a ser una noticia que “ya se esperaba”.

Aun así, Lezama previó que Herrera conservará la prudencia en Banxico porque es un funcionario con aspiraciones de dirigir un organismo internacional.

“Puede causar algún desconcierto o alguna inestabilidad en los próximos días, pero Arturo Herrera tiene una formación ortodoxa y dudo mucho que la vaya a cambiar dentro del de México”, comentó el experto de la UNAM.

En una inesperada muestra de confianza de la derecha mexicana, el expresidente Felipe Calderón, aún activo en la política, valoró el anuncio sobre Herrera y Ramírez de la O.

“Son buenos, es una señal positiva para la estabilidad económica”, afirmó en Calderón, del derechista Partido Acción Nacional (PAN).

Entre lealtad y retos

La ratificación en el Senado de Arturo Herrera, que seguirá en funciones hasta la reunión de julio del G20 en , ocurrirá en medio de un Congreso más adverso para el presidente y la discusión del presupuesto del próximo año.

Como secretario ha recibido críticas de la oposición por la austeridad del Gobierno y por su pasividad para detener una propuesta del oficialismo que arriesgaba la autonomía de Banxico al obligarlo a comprar dólares en efectivo de las remesas.

“El banco central es un elemento central para el desarrollo de los mercados financieros, pero, sobre todo, para la estabilidad de México, eso es algo que aprendimos a las duras en México y hay que mantener”, prometió Herrera junto a López Obrador.

En tanto, el próximo secretario, Ramírez de la O, llegará tras la contracción histórica de 8.2% del 2020, cuando la deuda como proporción del PBI superó el 52%.

El también será el tercer titular de la Secretaría de Hacienda en apenas tres años, después de que el primer secretario, Carlos Urzúa, renunciara en el 2019 por discrepancias.

Sin embargo, a pesar del discurso antineoliberal de López Obrador, Ramírez de la O tiene también un perfil ortodoxo, es director de la firma Ecanal, de análisis macroeconómico para empresas, y tiene formación de economista por la UNAM y la Universidad de .

Como asesor de López Obrador, cumple con el principal requisito: lealtad a la “transformación” del presidente.

“Me anima mucho poder usar mis experiencias y mi esfuerzo para apoyar al presidente López Obrador en el proyecto de transformación que está avanzando”, manifestó.