Con la compra del diario Apple Daily y acciones del conglomerado que dirige, Next Digital, que volvió a dispararse en bolsa, inversores y lectores de periódicos de Hong Kong mostraron su apoyo a Jimmy Lai, el magnate de los medios crítico con Pekín que fue detenido este lunes.
Las escenas que se vieron hoy en las calles de Hong Kong ya son poco habituales en una ciudad tan dada a las nuevas tecnologías: menos de 24 horas después de que Lai fuese arrestado, los lectores dejaron de lado sus móviles y volvieron a acudir a los quioscos, de donde volaron los ejemplares del Apple Daily en distintas partes de la ciudad.
Además, una campaña improvisada del movimiento prodemocrático que pedía a los inversores que comprasen acciones de Next Digital cosechó gran éxito por segunda jornada consecutiva: si ayer su cotización en la Bolsa de Hong Kong se disparaba un 350%, hoy hacía lo propio en un 331%.
A Lai, sus dos hijos y cuatro directivos de Next Digital se le unieron anoche la activista Agnes Chow -una de las líderes de la 'Revolución de los Paraguas' del 2014 y de la disuelta organización prodemocrática Demosisto-, un observador de las últimas elecciones a consejero de distrito y un miembro del movimiento estudiantil que rechaza el modelo educativo impuesto por Pekín en Hong Kong.
Se trata de la operación policial más sonada desde la entrada en vigor, el pasado 30 de junio, de la nueva ley de seguridad nacional que China promulgó para Hong Kong, que contempla penas hasta de cadena perpetua por secesión, subversión, terrorismo o confabulación con fuerzas extranjeras.
Agotados todos los ejemplares
En la madrugada, cuando ni siquiera habían dado las 02.00 hora local (18.00 GMT), ya había cola ante un quiosco de la céntrica zona de Kowloon para conseguir un ejemplar del Apple Daily, cuya portada hoy muestra a Lai, esposado, sobre el titular "el Apple seguirá luchando".
Esta mañana, un grupo de activistas prodemócratas compraron hasta un millar de ejemplares y los repartieron gratis en el metro; en otra zona, alguien adquirió numerosas copias y las dejó también en una escalera para que los ciudadanos se las llevasen.
Jackson, un trabajador de un restaurante, explicó: "He ido a muchas tiendas y quioscos pero ya habían vendido todo los ejemplares. (Apple Daily) es el único medio tradicional en Hong Kong que dice la verdad. A partir de ahora voy a comprarlo cada día para mostrarles mi apoyo y también hacia la libertad de prensa en Hong Kong".
A mediodía, un grupo de trabajadores favorables a la oposición en el distrito financiero de Central buscaron otra manera de mostrar su apoyo debido a que las medidas de distanciamiento social por el COVID-19 hacen imposible las protestas callejeras: acudieron a un restaurante de la zona propiedad de uno de los hijos de Lai, que figura entre los arrestados el lunes 10.
Esta misma mañana, Lai fue trasladado por las fuerzas de seguridad a un club náutico donde se registró un yate de su propiedad; mientras tanto, Chow continuó bajo custodia policial durante toda la jornada.
Según la Policía, todos los detenidos lo han sido por supuestos delitos contemplados en la citada ley de seguridad nacional.
Las fuerzas de seguridad también buscan ahora por supuesta "confabulación con fuerzas extranjeras" a uno de los más cercanos ayudantes de Lai, Mark Simon, quien se encuentra actualmente en el extranjero.
Periodistas temen ser “el siguiente objetivo”
El líder del sindicato de Next Digital, Pun Puk-lam, dijo que los periodistas del Apple Daily temen ser los próximos en ser arrestados bajo la ley de seguridad nacional.
"Ahora que han detenido al fundador de nuestro diario, nos da miedo que el siguiente objetivo seamos nosotros, los periodistas. Hemos estado debatiendo sobre cómo proteger nuestra propia seguridad, pero el ámbito de la ley es excesivamente amplio. También tememos que las autoridades hagan algo contra el periódico para que no pueda seguir operando", explicó.
Las diez detenciones han generado una reacción de condena en Estados Unidos y en otros países: el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, aseguró que la operación demuestra que China "ha aniquilado las libertades de Hong Kong", mientras que el vicepresidente de ese país, Mike Pence, calificó el arresto de Lai de "profundamente ofensivo para quienes aman la libertad en todo el mundo".
Más allá de ser una cuestión puramente local, Pekín acusa a Washington de estar detrás de las continuas protestas en la ciudad durante buena parte del 2019, mientras que Estados Unidos considera que China está menoscabando las libertades que se comprometió a mantener en Hong Kong hasta el 2047.
En los últimos días se ha vivido un cruce de sanciones entre ambas potencias, cuyos lazos cada vez son más tensos: si la semana pasada fue Washington quien penalizó a diversos funcionarios chinos y hongkoneses como la jefa del Ejecutivo local, Carrie Lam, esta semana fue Pekín quien hizo lo mismo con figuras públicas como los conocidos senadores republicanos Marco Rubio o Ted Cruz.
Por último, el ministro portavoz de Japón, Yoshihide Suga, y un portavoz del primer ministro británico, Boris Johnson, han mostrado su “preocupación” por las detenciones.