Las terminales de gas natural licuado (GNL) de Europa disponen de una capacidad limitada para absorber el suministro adicional de Estados Unidos u otros grandes productores en caso de que Rusia interrumpa el suministro de gas si invade Ucrania.
En los últimos días ha aumentado el temor porque Rusia, que suministra alrededor de un tercio del gas de Europa, se esté preparando para invadir Ucrania, lo que podría interrumpir los flujos de gas hacia Europa. Rusia ha negado repetidamente que se esté preparando para invadir Ucrania.
El Gobierno estadounidense se ha puesto recientemente en contacto con grandes productores de energía, como Qatar y Japón, a fin de determinar si podrían enviar más GNL a Europa.
Al menos la mitad de los envíos de GNL de Estados Unidoseste mes ha ido a Europa, según datos de Refinitiv, y Europa va a seguir siendo el principal destino de los envíos estadounidenses por tercer mes consecutivo.
Las importaciones de GNL del continente siguen siendo sólidas. Tras alcanzar un récord en enero, con más de 16,000 millones de metros cúbicos (bcm, por sus siglas en inglés), en lo que va de febrero se sitúan en 6.9 bcm.
Esto supone que la mayoría de las terminales de GNL de Europa están funcionando a plena capacidad, especialmente en el noroeste de Europa, que alimentan a grandes economías como Alemania, Francia y Reino Unido, lo que plantea la cuestión de cuánto más GNL puede procesarse.
“Podrían llegar algunos cargamentos a otros países, pero no un suministro significativo”, afirmó Kaushal Ramesh, analista de Rystad Energy, quien añadió que los problemas logísticos probablemente “volverán a abrir un agujero en los bolsillos de los compradores”.
El GNL debe ser regasificado, transformándolo en gas desde su estado de congelación, y luego transportado por tuberías, ya sea directamente para su combustión o hasta las plantas de generación de electricidad.
España tiene la mayor capacidad del continente, con seis terminales, mientras que Alemania no tiene ninguna. La tasa de utilización de las terminales españolas fue de sólo el 45% en enero, según la empresa de datos y análisis Kpler.
“El problema de España es que sus conexiones por gasoducto con el resto de Europa son limitadas, ya que sólo hay un gasoducto que puede llevar el gas de España a Francia, por lo que la capacidad está algo restringida”, señaló Laura Page, analista de GNL de Kpler.
Una fuente del sector gasístico europeo manifestó que la infraestructura ibérica podría desempeñar un papel.
“Si falta gas para la calefacción y, sobre todo, para la industria, se podría probar la hipótesis de utilizar la península ibérica. Pero, no será suficiente”, dijo la fuente, añadiendo que el estacionamiento de buques de GNL en la península ibérica también podría ser una opción.
“En (el puerto portugués de) Sines, tal vez podamos intentar tener algunos buques de metano más que hoy, pero no muchos más porque está casi a pleno rendimiento”.