El principal grupo empresarial europeo advirtió que la estrategia “cero-COVID” de China está dañando el atractivo de Shanghái como centro financiero, haciéndose eco de los analistas que expresaron cautela sobre el creciente costo económico de las restricciones por el coronavirus en el país.
Durante el último mes, China ha estado abordando múltiples brotes con una estrategia de eliminación de contagios que busca evaluar, rastrear y poner en cuarentena a esencialmente todos los casos positivos de COVID-19.
Nomura estimó que un total de 23 ciudades chinas han implementado confinamientos totales o parciales, que en conjunto albergan a unos 193 millones de personas y contribuyen al 22% del Producto Bruto Interno (PBI) de China.
La Cámara de Comercio de la Unión Europea (UE) dijo que la estrategia estaba causando crecientes dificultades para transportar mercancías entre provincias y puertos, lo que perjudicaba la producción de las fábricas.
El presidente de la Cámara, Jörg Wuttke, afirmó en una mesa redonda de medios que esto probablemente afectaría la capacidad de exportación de China, lo que eventualmente podría avivar la inflación.
“En China se sigue asociando al COVID como si fuera la peste. Creo que se necesita un poco más de educación por parte de las autoridades chinas, para quitarles el miedo a fin de que la gente se sienta más cómoda para vivir con este tipo de incertidumbre”, indicó.
Restricciones de viaje
China, que ha restringido severamente los viajes internacionales durante los últimos dos años, muestra poca inclinación a moderar su enfoque por ahora.
El miércoles, Wu Zunyou, epidemiólogo jefe del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades, comentó que la situación epidémica mejoraría pronto si China implementa estrictamente las medidas existentes contra el COVID.
Un puñado de economistas ha reducido las previsiones de crecimiento para la primera mitad del 2022, ya que el aumento de COVID, que se produce en medio de la persistente debilidad de la propiedad y las incertidumbres mundiales, dificulta que China alcance su objetivo anual de alrededor de 5.5%.
Bank of Communications, con sede en Shanghái, recortó su pronóstico para el crecimiento del PBI del primer trimestre de China de 5% a 4%, y la caída se debió únicamente a la desaceleración de la actividad en marzo, explicó el economista senior Tang Jianwei.
Shanghái impuso estrictas restricciones de movimiento a sus 26 millones de residentes, impidiéndoles incluso salir de sus puertas a menos que sean para las pruebas de COVID.
Dan Wang, economista jefe del Hang Seng Bank China en Shanghái, dijo que el principal efecto dominó por ahora del cierre de la ciudad fue en el sector de servicios financieros y legales.
“La confianza macro colapsará si este bloqueo continúa así, y se reflejará en el mercado de valores. Espero que la relajación monetaria ocurra muy pronto en el segundo trimestre”, comentó.