La escasez de carburante en el Reino Unido se agravó este fin de semana a causa de las “compras motivadas por el pánico”, por lo que el gobierno contempla recurrir al ejército para paliar la falta de transportistas.
Este fin de semana se formaron largas filas frente a multitud de gasolineras, sobre todo en las grandes ciudades y en la capital, Londres. El lunes, alrededor del 30% de las estaciones de servicio del gigante BP se estaban viendo afectadas por la escasez de carburante.
“Uno de nuestros miembros recibió un contenedor a mediodía y al final de la tarde había desaparecido completamente” en los vehículos de la gente, declaró a la BBC Brian Madderson, presidente de la Petrol Retailers Association (PRA), la asociación de gasolineras británicas.
El tabloide The Sun citaba a una asistente médica que tuvo que ir a tres gasolineras y esperar mucho tiempo. “Ahora voy con retraso para visitar a mis pacientes, que me necesitan para sus comidas y medicamentos”, declaró la profesional sanitaria al diario, llorando.
El aumento de la demanda de gasolina llevó a la PRA a advertir que hasta dos tercios de sus miembros, unas 5,500 gasolineras independientes de las 8,000 que tiene el país, tenían muy poco combustible el domingo y que el resto “estaban casi sin nada”.
En los últimos días, pese a los intentos del gobierno de tranquilizar a la población, multitud de ciudadanos se han precipitado hacia las gasolineras, temerosos por si el carburante se agota, al ver que en las tiendas también escasean los productos agroalimentarios.
La situación recuerda a los años 1970, cuando la crisis energética obligó a racionar el carburante y a reducir la semana de trabajo a tres días. Hace unos diez años, las manifestaciones contra el alto precio de la gasolina también provocaron un bloqueo de las refinerías y paralizaron la actividad del país durante semanas.
Visados provisionales
La escasez se debe, sobre todo, a que faltan transportistas, por lo que el Ejecutivo británico decidió el sábado enmendar su política de inmigración posBrexit y otorgar hasta 10,500 visados de trabajo provisionales, de tres meses.
Esos permisos deberían paliar la falta de camioneros y de personal en sectores claves de la economía británica, como la cría de aves de corral.
El ministro de Empresas y Energía, Kwasi Kwarteng, indicó por su parte el domingo, en un comunicado, que había eximido temporalmente al sector de los distribuidores de carburante de las reglas de competencia, para que puedan abastecer prioritariamente a las zonas que más lo necesiten.
En la cadena Sky News, Madderson imputó este movimiento de pánico a la “filtración de un informe confidencial de BP durante una reunión del gobierno”, que “fue difundido el miércoles” y seguido “de compras motivadas por el pánico el jueves, el viernes, el sábado y ayer”.
Además, según la prensa británica, el gobierno contempla recurrir al ejército, a corto plazo, para hacer frente a esa escasez.
Respecto a si esta medida podría mejorar la situación, Madderson se expresó con cautela. “No es tan fácil como se piensa, pues los conductores de camiones están muy especializados” y los camiones cisternas transportan un “líquido muy inflamable por todo el país”, que requiere unos procedimientos adecuados de carga y descarga.
Por otro lado, Madderson recalcó que, a causa de la pandemia, muchas personas no pudieron obtener el permiso de conducción de camiones y que la escasez de transportistas también afecta a Europa continental.
Con todo, el responsable espera que el problema se solucione al menos en parte “para el fin de semana”, según manifestó.