Más de un mes después de haber sido invadida por Rusia, Ucrania mantiene “sorprendentemente estable” su economía, aunque su futuro a mediano plazo se presenta “sombrío”, según un estudio publicado hoy por el Instituto de Estudios Económicos Internacionales de Viena (wiiw).
“Por el momento, el país cuenta con suficientes reservas de divisas y el sistema bancario es estable, con liquidez”, afirma el wiiw, especializado en la economía de Europa central y del este.
Sin embargo, dado que las regiones directamente afectadas por la guerra generan al menos la mitad del Producto Bruto Interno (PBI) del país, los expertos prevén, en medio de un entorno que dificulta las previsiones de su evolución, un claro empeoramiento a mediano plazo.
“La economía ucraniana se tambaleará masivamente cuanto más se pierdan los importantísimos ingresos en divisas procedentes de las exportaciones”, analiza Olga Pindyuk, una de las coautoras del estudio.
“Incluso sin Kiev, un tercio de la producción industrial y agrícola y una cuarta parte de las exportaciones proceden de las zonas en guerra”, añade la investigación sobre el impacto económico del conflicto armado en la Unión Europea (UE), Ucrania y Rusia.
Todos estos cálculos están supeditados a la incertidumbre sobre la evolución de la guerra, que dificulta evaluar los daños.
Reflejo de ello son las discrepancias entre diversas estimaciones internacionales hechas tras las primeras tres semanas de guerra.
En su informe de hoy, el wiiw estima en 62,600 millones de euros (US$ 57,000 millones) sólo los daños en infraestructuras y edificios.
Si se incluyen las pérdidas totales sufridas por la economía, las autoridades ucranianas hablan de hasta US$ 565,000 millones (514,000 millones de euros).
Mucho más elevados, según el estudio vienés, serán los costes de la reconstrucción del país una vez se logre poner fin a los combates.
“En cualquier caso, Ucrania ha perdido más de la mitad de sus capacidades de exportación debido al bloqueo de sus puertos”, resalta el wiiw, y recuerda en este contexto que un tercio de la producción económica del 2021 procedió de la exportación de bienes.
Si bien la ayuda financiera internacional, que hasta ahora, incluido un bono de guerra ucraniano, asciende a unos US$ 18,500 millones, amortiguará “un poco” la situación, las perspectivas son “sombrías”.
Si muchas empresas dejan de funcionar, como es posible, y el desempleo aumenta, la evolución “conducirá inevitablemente a una caída masiva”, dice Pindyuk.
Los bancos afrontarían “pérdidas masivas” por activos dañados y préstamos que no podrán ser atendidos, añade.
En el eventual caso de que Ucrania quede dividida, el wiiw espera un fuerte repunte en la parte que permanezca independiente de Rusia.
“Muchos refugiados regresarían, esa parte del país estaría fuertemente orientada hacia Occidente y recibiría un enorme apoyo financiero de Europa y Estados Unidos”, lo que impulsaría la modernización del país, vaticina.
Además, el instituto vienés considera posible la integración del país en la Unión Europea (UE).