Un campesino peruano espera que su demanda contra el gigante energético alemán RWE salve su hogar en los Andes. Como parte del caso, jueces y expertos alemanes visitaron esta semana la laguna Palcacocha y los glaciares que la rodean para evaluar los efectos del cambio climático.
La visita de un grupo de peritos climáticos y magistrados alemanes el miércoles a esta zona cercana a la ciudad de Huaraz (este), que fue confirmada por un vocero de la Alta Corte Regional de Hamm (Alemania), abre un nuevo capítulo en esta singular denuncia que busca sentar un precedente global.
El protagonista de este pedido de “justicia climática” es el campesino Saúl Luciano Lliuya, que vive en la montaña, cerca de Huaraz, y acusa a RWE de ser responsable del derretimiento de los glaciares por sus emisiones de gases de efecto invernadero.
El viaje de los expertos y jueces alemanes fue decidido por la Alta Corte Regional de Hamm donde Lliuya apela su demanda contra RWE. En primera instancia el caso fue desestimado por otro tribunal alemán en Essen.
Los expertos deben determinar el grado de riesgo que representa el deshielo de los glaciares para Huaraz, a ocho horas de automóvil al norte de Lima, y sus 120,000 habitantes.
“Queremos que la empresa RWE se responsabilice por los daños medioambientales. En general han contaminado en todo el mundo, y con esta demanda estamos intentando algo”, dijo Lliuya, campesino y guía turístico de 41 años.
Similar posición tiene la abogada Roda Verheyen, de la oenegé ambientalista Germanwatch, que lo respalda en la demanda.
RWE opera en 27 países del mundo, incluyendo Chile o Brasil, pero nunca se ha instalado en Perú.
El vocero de RWE, Guido Steffen, indicó que el reclamo “fue rechazado en primera instancia por no tener bases legales y no cumplir con las leyes civiles alemanas”. “Confiamos en que esto ocurrirá nuevamente con la apelación”, añadió.
RWE sostiene que “según las leyes, los emisores individuales no son responsables por procesos arraigados universalmente, y efectivamente globales, como el cambio climático”.
Lliuya y Germanwatch se contactaron en la Conferencia para el Cambio Climático del 2014 en Lima (COP20), tras la cual los activistas alemanes viajaron a Huaraz para discutir una eventual demanda en Alemania.
Deslaves y sequía
Lliuya afirma que su mayor temor es que el deshielo de los glaciares provoque un desborde de la laguna Palcacocha, un majestuoso cuerpo gélido de agua color azul turquesa ubicada a 4,650 m de altura, que podría afectar nuevamente a Huaraz, como ocurrió el siglo pasado.
Palcacocha está rodeada por las nieves perpetuas de los glaciares Palcaraju y Pucaranra, dentro del Parque Nacional Huascarán, que padecen el deshielo que alimenta el nivel de agua de la laguna.
“Como agricultor y como ciudadano no quiero que estos nevados desaparezcan, son importantes”, dice Lliuya. También manifiesta sentirse “impotente” porque “sabes que estás en zona de riesgo y que hay empresas o industrias grandes que han causado esto”.
Además de la casa que heredó de sus padres en Huaraz, Lliuya tiene una ‘chacra’ (granja en quechua) de una media hectárea en las faldas de la montaña. Allí siembra maíz y cultivos tradicionales como quinoa, y tiene animales como gallinas y ovejas.
Es aquí donde vive con su esposa y dos hijos de forma humilde, con una cocina con pocos utensilios y un tronco de árbol ancho que funge como mesa de comedor, como principal mobiliario.
Al miedo de un aluvión que sepulte su hogar se une el temor a una sequía de los acuíferos por el retroceso de los glaciares. Eso acabaría con la agricultura y el suministro de agua a Huaraz.
Batalla legal en Alemania
El caso contra RWE se remonta al 2015. La empresa ganó en primera instancia al año siguiente, pero Lliuya apeló y en noviembre del 2017 el tribunal de Hamm admitió examinar su demanda.
La visita de los expertos a Perú, decidida por el tribunal en el 2019, se postergó por la pandemia de COVID-19.
Germanwatch y Lliuya piden que RWE pague por los costos de proteger la ciudad y la propiedad del campesino de una eventual inundación.
“Este caso se refiere a nuestras emisiones históricas de gases de invernadero, y siempre hemos operado nuestras plantas en cumplimiento con los límites gubernamentales, incluyendo nuestras emisiones de dióxido de carbono”, dice por su lado RWE.
La empresa tiene como meta ser emisor neutral de carbono para el año 2040.
Deshielo y tragedia
En los últimos 50 años Perú perdió 51% de sus glaciares, según la Autoridad Nacional del Agua (ANA) en el 2020.
Noah Walker-Crawford, investigador del cambio climático del University London College de Inglaterra y asesor de Germanwatch, señaló que en 1941 Palcacocha se desbordó hacia Huaraz por un alud de los glaciares. Murieron 1,800 personas.
Tras ese evento el volumen de Palcacocha se redujo casi 96% durante más de 30 años. “Pero luego, por el retroceso acelerado de los glaciares debido al calentamiento global, esta laguna creció muy rápido”, añadió.
Alrededor de Palcacocha había antes hielo y nieve blanca. Ahora solo hay tierra y grandes rocas.