Marzo iba a ser un periodo muy concurrido para los estrenos bursátiles en Europa, pero la decisión de Rusia de redibujar las fronteras en Ucrania y la incertidumbre del mercado debido a la escalada de la crisis de seguridad en el continente están haciendo que las empresas congelen sus planes de salir a bolsa.
Los fondos captados en lo que va de año por las empresas que salen a bolsa en Europa, Oriente Medio y África han descendido un 79% a US$ 3,100 millones frente al mismo periodo del año pasado, cuando las empresas recaudaron US$ 15,100 millones en el que fue un año récord para la actividad de los mercados de capitales en la región, según datos de Refinitiv.
Los mercados bursátiles en alza han impulsado el mercado de las salidas a bolsa en los últimos años. Sin embargo, con unas medidas de respuesta al COVID-19 que han hecho subir la inflación, un entorno económico cada vez más tenso está reduciendo el apetito de riesgo de los inversores por los nuevos nombres.
Las expectativas apuntaban a un marzo muy activo para las ofertas públicas de venta (OPV) de acciones de este año, después de que varias operaciones fueran pospuestas desde finales del 2021.
Marzo suele marcar el inicio de la temporada de OPV, ya que la mayoría de las empresas esperan a cerrar su ejercicio financiero para reforzar su folleto de salida a bolsa con sus resultados más recientes.
Sin embargo, estas operaciones están bajo presión en la actualidad, ya que Estados Unidos y sus aliados europeos están a punto de anunciar nuevas sanciones contra Rusia, después de que el presidente Vladimir Putin reconociera formalmente dos regiones separatistas en el este de Ucrania, lo que supone un golpe a la solución diplomática de la crisis.
“Sospecho que habrá una interrupción y un retraso significativos en el las operaciones de salida a bolsa debido a lo que ha sucedido. Muchas empresas están dando un paso atrás, observando esta situación y esperando antes de empezar a cotizar”, dijo Kasper Elmgreen, jefe de renta variable de la empresa francesa de gestión de activos Amundi.
Varias empresas europeas, entre ellas el banco español Ibercaja, han dejado de lado las grandes salidas a bolsa después de haber iniciado oficialmente el proceso.
El 27 de enero, el servicio holandés de transferencia de archivos WeTransfer desechó una salida a bolsa en Ámsterdam que la habría valorado entre 629 millones y 716 millones de euros.
El fabricante alemán de prótesis Ottobock espera hasta setiembre para lanzar su multimillonaria salida a bolsa, lo que se suma a una serie de operaciones que se han retrasado en las últimas semanas.
El temor a que el gobierno ruso de Vladimir Putin lance una invasión a gran escala de Ucrania ha pasado factura.
“Cualquier mercado impulsado al ritmo de los titulares es difícil, y el impacto es negativo con respecto al aumento del riesgo”, dijo Andrew Briscoe, jefe de Mercados de Inversión para Europa, Oriente Próximo y África de Bank of America. “Naturalmente, habrá retrasos y algunos tendrán que ser un poco más ágiles en cuanto a los plazos”.
Varios banqueros afirmaron que es probable que las operaciones de mayor envergadura, que ofrecen un mayor acceso a liquidez y a activos de alta calidad, sigan adelante, pero algunas operaciones están paralizadas hasta que la situación se estabilice.
“Tanto si se trata de una gran capitalización como de una pequeña, sin duda hará que la mayoría de los emisores se detengan y traten de hacer balance, especialmente cuando se trata de una OPV y de un proceso de cuatro semanas, y las cosas están cambiando día a día”, comentó un segundo banquero que gestiona salidas a bolsa en Europa.
Además de la volatilidad del mercado, los malos resultados de algunas de las OPV del año pasado están aumentando el pesimismo de los inversores, ya que empresas como Deliveroo o Alphawave cotizan muy por debajo de su precio de salida a bolsa.
El índice FTSE Renaissance IPO para Europa, Oriente Medio y África ha bajado un 23.5% en lo que va de año.
La empresa noruega de hidrocarburos Var Energi completó una OPV de 77,000 millones de coronas noruegas la semana pasada, pero las acciones cerraron el lunes un 2.3% por debajo del precio de salida.
“Si un inversor ya está bastante preocupado por el estado de su cartera actual, no suele tener la mentalidad adecuada para invertir en una OPV”, declaró un funcionario de alto rango bancario de los mercados de capitales europeos.