Un decreto del Kremlin difundido por la prensa estatal el jueves dice que los “países hostiles” pueden seguir pagando el gas natural en moneda extranjera a través de un banco ruso que la convertirá a rublos.
Pero en un tono más belicoso, el presidente Vladimir Putin aclaró que a partir del viernes Rusia empezará a aceptar pagos en rublos de “países hostiles” y se suspenderán los contratos si los compradores no aceptan las nuevas condiciones.
Dijo que para comprar gas, los clientes “deberán abrir cuentas en rublos en bancos rusos”.
“Si no se realizan esos pagos, consideraremos que el comprador incumple sus obligaciones, con todas las consecuencias correspondientes”, señaló Putin.
El decreto firmado por Putin y publicado por la agencia noticiosa estatal RIA Novosti dice que un banco designado abrirá para cada cliente dos cuentas, una en moneda extranjera y una en rublos. Los compradores pagarán en moneda extranjera y autorizarán al banco a comprar rublos con ese dinero, los que se depositarán en la segunda cuenta como pago formal del gas.
Poco después del anuncio de Putin, el canciller alemán Ola Scholz dio una respuesta evasiva. Declaró que los contratos vigentes establecen que los pagos se efectúan principalmente en euros y a veces en dólares, y que le aclaró a Putin en una conversación telefónica el miércoles que “así seguirá”.
“Cuáles son sus ideas para que esto suceda lo estudiaremos ahora cuidadosamente”, dijo Scholz a la prensa en Berlín. “Pero en todo caso lo que vale para las empresas es que quieren y podrán pagar en euros”.
Previamente, el premier italiano Mario Draghi dijo que Putin le había asegurado que Europa no estaría obligada a pagar el gas en rublos, lo que disipó los temores de que Moscú cortaría el suministro de gas utilizado para calefacción y electricidad.
Según Draghi, Putin le aseguró durante una llamada telefónica de 40 minutos el miércoles que “los contratos existentes seguirán vigentes... Las empresas europeas pagarán en dólares y euros”.