Agnes Chow Ting (izquierda), Ivan Lam Long Ying (centro) y Joshua Wong Chi-fung llegan al edificio de los Tribunales de Justicia de West Kowloon en Hong Kong, China, el 23 de noviembre de 2020. (EFE / EPA / JEROME FAVRE).
Agnes Chow Ting (izquierda), Ivan Lam Long Ying (centro) y Joshua Wong Chi-fung llegan al edificio de los Tribunales de Justicia de West Kowloon en Hong Kong, China, el 23 de noviembre de 2020. (EFE / EPA / JEROME FAVRE).

El líder disidente hongkonés Joshua Wong y otros dos activistas fueron condenados a prisión por haber participado el año pasado en las multitudinarias protestas prodemocracia y contra la creciente injerencia de China en la excolonia británica.

Wong, de 24 años, fue condenado a 13 meses y medio de cárcel, en tanto sus compañeros Agnes Chow a 10 e Ivan Lam, a 7.

Este no es el final de la lucha”, tuiteó luego Wong.

Nos sumamos ahora a la batalla desde la prisión junto a otros valientes militantes”, una batalla “menos visible pero esencial en la lucha prodemocracia y la libertad en Hong Kong”, añadió.

Durante las vistas, el 23 de noviembre, Wong y los otros dos disidentes se declararon culpables de los hechos atribuidos.

Los acusados pidieron a los manifestantes ocupar el cuartel general (policial hongkonés) y corearon consignas contra la policía”, dijo la jueza Wong Sze-lai.

La detención es la opción más apropiada”, añadió, provocando las lágrimas de Chow, de 23 años, al escuchar la condena.

Para Wong no es la primera encarcelación. Éste, considerado por las revistas Time, Fortune y Foreign Policy entre las personas más influyentes del mundo, encarna para la opinión pública internacional la resistencia a Pekín en esta excolonia británica.

El ministro de Exteriores británico, Dominic Raab, instó en Twitter a “las autoridades de Hong Kong y Pekín a poner fin a su campaña para sofocar la oposición”.

La ONG Amnistía Internacional (AI) criticó estas sentencias, argumentando que criminalizan las opiniones políticas.

Enormes manifestaciones

En el 2019, Hong Kong fue escenario durante siete meses de enormes manifestaciones, varias violentas, denunciando la creciente injerencia de Pekín en este territorio con estatuto semiautónomo desde su retrocesión a China, en 1997.

Pese a la movilización, el ejecutivo de Hong Kong, no ha hecho concesiones a los manifestantes.

Una draconiana ley de seguridad nacional impuesta en junio por Pekín y los juicios contra muchos activistas prodemocracia pusieron fin al movimiento contestatario.

El gobierno pro-Pekín hongkonés reaccionó subrayando que los tres activistas se reconocieron culpables y aunque la ex colonia británica respeta la libertad de expresión, “esta no es absoluta”.

Pese a ser muy jóvenes, Wong, Lam (26 años) y Chow son veteranos en la lucha política.

Siendo adolescentes se unieron al movimiento prodemocracia. El trío participó en el 2012 en la batalla --ganada-- contra la introducción de clases de patriotismo chino.

Dos años después desempeñaron un papel importante en la “Revolución de los Paraguas”, que reclamaba el sufragio universal en Hong Kong, pero Pekín no hizo la menor concesión.

Los manifestantes ocuparon el centro de la ciudad durante 79 días, por lo que algunos fueron encarcelados.

En junio del 2019, surgió un nuevo movimiento oponiéndose a un proyecto de ley que autorizaba las extradiciones hacia China. Careció de líder y estuvo marcado por siete meses de manifestaciones casi diarias, salpicadas por enfrentamientos violentos con la policía.

Wong y Chow han participado en manifestaciones, pero sobre todo han utilizado su notoriedad para presionar a favor de sanciones internacionales contra Pekín, lo que suscitó la indignación del gobierno chino. Los medios chinos no dudaron en calificarlos de traidores.

Más de 10,000 personas han sido arrestadas en los últimos 18 meses en Hong Kong, incluida la mayoría de los principales activistas y figuras de la oposición.

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