Israel puso en marcha hoy el nuevo “pase verde” por código QR, para acceder a establecimientos cerrados, solo para quienes recibieron la dosis de refuerzo, si fueron vacunados hace más de seis meses, y para los recién recuperados de COVID.
Problemas técnicos aplazaron la aplicación de las nuevas normas para este certificado digital, prevista para el 1 de octubre, y cuando el país ha conseguido controlar la tercera ola con menos de mil casos diarios.
Los no vacunados o recuperados podrán recibir un pase temporal, previa presentación de un test negativo de coronavirus, que tendrá una validez de 72 horas.
El Gobierno israelí apostó por la vacunación masiva con la dosis de refuerzo, incluso antes de que esta fuera recomendada por organizamos internacionales, y hoy 3.8 millones de residentes han recibido la tercera inyección.
El coordinador nacional de la pandemia, Salman Zarka, adelantó hoy a la radio Kan que sin embargo esperaran a la aprobación de la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos para suministrar la dosis de refuerzo a menores de 12 años.
El drástico descenso de los casos, que registró récord de infecciones este verano y hoy sitúa la tasa de positividad por debajo del 2%, ha llevado al Ejecutivo a defender su estrategia para frenar la tercera ola.
Esta estrategia continúa con la aplicación efectiva del “pase verde”, que será requerido a la entrada de establecimientos y recintos, y la obligatoriedad de seguir usando mascarilla en espacios cerrados.
Las autoridades estudian ahora un plan para reabrir las fronteras a turistas, cerradas desde el inicio de la pandemia, pendiente todavía de detallar los criterios de acceso y los países de origen.
Al mismo tiempo, las autoridades incentivan la vacunación en la población no inmunizada después de que el país, de más de nueve millones de residentes, liderara mundialmente la campaña de vacunación que se estancó ante la resistencia de los antivacunas