La vacuna que desarrolló y comercializó la farmacéutica Moderna ha demostrado una alta eficacia, que roza el 100 por cien, contra las primeras variantes (las denominadas ahora alfa y beta) del SARS-CoV-2 responsable del COVID-19.
Lo ha comprobado un equipo de científicos tras analizar a miles de personas vacunadas en Qatar, y han publicado sus conclusiones en la revista Nature Medicine.
Así, la vacuna Moderna ha demostrado una eficacia del 100 por cien contra la variante alfa -antes denominada “británica”- del SARS-CoV-2 y del 96% contra la beta -antes denominada “sudafricana”- cuando han transcurrido 14 días de la administración de la segunda dosis.
Aunque la primera inyección con la vacuna Moderna en Qatar se registró el pasado mes de diciembre, la vacunación masiva no comenzó hasta finales de febrero, y a medida que la campaña de vacunación se extendía, el país sufrió dos olas consecutivas de infecciones.
Esas nuevas olas fueron desencadenadas por la entrada y expansión de las variantes alfa y beta, lo que supuso para los investigadores una oportunidad “única” para evaluar la eficacia en el mundo real de la vacuna Moderna contra la infección por estas variantes.
Los científicos analizaron los datos de 256,037 personas en Qatar que habían recibido al menos una dosis de la vacuna y 181,304 que habían completado el régimen de dos dosis.
Qatar, han observado los científicos, tiene sin embargo una población joven y diversa en la que solo el 9 por ciento de los residentes son mayores de 50 años y el 89% son procedentes de más de 150 países.
Por ello, la edad media de la cohorte que se usó para estimar la eficacia de la vacuna contra la variante alfa fue de 31 años; y de 32 años para la variante beta, por lo que los científicos han incidido en que, dada la juventud de la población de Qatar, falta ahora determinar la eficacia estimada de la vacuna Moderna en otras poblaciones de mayor edad.