AstraZeneca y Regeneron comunicaron datos contrastados sobre la eficacia de sus terapias con anticuerpos contra el COVID-19 para combatir la variante ómicron del coronavirus, lo que subraya los importantes retos que tienen por delante los fabricantes de medicamentos.
La empresa estadounidense Regeneron afirmó que su terapia REGEN-COV, también llamada Ronapreve, es menos eficaz contra ómicron, aunque sigue siendo activa contra la variante delta, lo que confirma las indicaciones de las pruebas de laboratorio y los modelos informáticos realizados a finales del mes pasado.
Sin embargo, su rival anglosueca, AstraZeneca, dijo que un estudio de laboratorio descubrió que su cóctel de anticuerpos Evusheld mantenía la actividad neutralizadora contra ómicron, los primeros datos de este tipo para el tratamiento.
La nueva variante se ha detectado en 77 países desde que se identificó por primera vez hace tres semanas, lo que hace temer que su gran número de mutaciones le ayude a propagarse más rápidamente y a eludir la protección que ofrecen las vacunas y los tratamientos contra el COVID-19.
Esta semana, investigadores alemanes descubrieron que las terapias contra el COVID-19 desarrolladas por Eli Lilly y Regeneron pierden la mayor parte de su eficacia cuando se exponen en pruebas de laboratorio a ómicron.
Pero los estudios de laboratorio realizados esta semana mostraron que el tratamiento con anticuerpos de GSK-Vir conserva la actividad neutralizadora contra todas las variantes de coronavirus probadas, incluida ómicron.
El estudio sobre Evusheld fue realizado por investigadores independientes de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos utilizando los llamados pseudovirus que presentan las principales mutaciones de coronavirus en las variantes sospechosas que han surgido hasta ahora.
Camino a seguir
Los investigadores descubrieron que la potencia de Evusheld estaba dentro de los rangos observados en las personas previamente infectadas por el COVID-19, lo que resulta prometedor para un uso generalizado de la terapia, que es la primera inyección preventiva distinta de las vacunas contra el coronavirus.
AstraZeneca dijo que la empresa y terceros están realizando más análisis de Evusheld contra ómicron, y que se esperan datos “muy pronto”.
Regeneron dijo que REGEN-COV sigue activa contra delta, que actualmente es la variante más prevalente en Estados Unidos.
Sin embargo, el organismo de salud pública de la Unión Europea advirtió el miércoles que existía un riesgo “muy alto” de que ómicron se convirtiera en la variante dominante en Europa a principios del próximo año.
El uso de REGEN-COV está actualmente autorizado en Estados Unidos para tratar a personas con COVID-19 de leve a moderado y para la prevención de la infección en personas expuestas a individuos infectados, así como en otras con alto riesgo de exposición.
Evusheld ha sido autorizado para prevenir las infecciones por COVID-19 en personas con sistemas inmunitarios débiles o con antecedentes de efectos secundarios graves de las vacunas contra el coronavirus.
Ambos tratamientos pertenecen a una clase de medicamentos llamados anticuerpos monoclonales que imitan a los anticuerpos naturales en la lucha contra las infecciones. A diferencia de las vacunas, no dependen del organismo para crear una respuesta inmunitaria, por lo que pueden ayudar a las personas con sistemas inmunitarios débiles o comprometidos.