La cámara baja del Congreso chileno aprobó un proyecto de ley liderado por la oposición que impondría una regalía progresiva sobre las ventas de cobre en la medida en que los precios suban, aumentando fuertemente los impuestos sobre una industria en expansión, con lo que se busca pagar los programas sociales durante la pandemia del COVID-19.
La ley se discutirá ahora en el Senado, donde es probable que se someta a varias votaciones de procedimiento más.
Sus defensores afirman que los ingresos financiarán el desarrollo y las infraestructuras de las regiones mineras, además de programas sociales vitales para los chilenos que sufren la pandemia de COVID-19.
La industria del cobre del país teme que pueda enfriar la inversión en el primer productor mundial de cobre, Chile, y limitar la oferta mundial.
El proyecto de ley propone un canon básico del 3% sobre las ventas de cobre y litio, así como de otros metales, pero en el caso del cobre, a medida que los precios suban, también lo hará el impuesto, con tipos marginales para ingresos extraordinarios de hasta 75% si hay precios superiores a US$ 4 por libra (unos US$ 8,814 por tonelada).
Los legisladores aún no han definido una escala para otros metales.
El cobre alcanzó el miércoles un máximo de 10 años, llegando a los US$ 10,040 la tonelada.
La mayoría de las grandes mineras de cobre en Chile pagan actualmente una tarifa plana o invariable, independientemente del precio del metal rojo, en virtud de acuerdos que se extienden hasta el 2023, según el Ministerio de Minería.
Las estadísticas oficiales del gobierno muestran que los mineros pagan actualmente el 27% de los beneficios antes de impuestos, además de otros gravámenes.
La Sociedad Nacional de Minería (Sonami) de Chile, que engloba a los principales mineros del país, ha calificado la legislación como un golpe de gracia “casi expropiatorio”.
El presidente de la Sonami, Diego Hernández, dijo el jueves que aún no se ha producido un debate serio sobre el impacto del proyecto de ley, y lo calificó como un voto a favor de “no tener más minería en Chile”.
El país produce actualmente el 28% del cobre mundial, pero lleva más de una década perdiendo cuota de mercado, lastrado por la disminución de la ley del mineral y el envejecimiento de los proyectos.