El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, que juró este lunes como nuevo gobernante de su país, prometió en su discurso de investidura construir un país “del reencuentro”, alejado del odio político del pasado, abierto al mundo y de unidad nacional entre todos los sectores de la sociedad.
El mandatario, en su discurso de investidura, sentenció que con el inicio de su Administración nace también un nuevo siglo para la república democrática, que garantice la prosperidad de los ecuatorianos, y se preguntó por qué un país tan rico” tiene un “pueblo tan pobre”.
“En este Gobierno que hoy nace, del nuevo siglo de republicanismo (en Ecuador), termina la era de los caudillos.... ¡Termina la era de los caudillos!”, proclamó Lasso tras asegurar que “gobernará para todos”.
También anunció que “se acabó la persecución política en Ecuador” porque él “no he venido a saciar el hambre de pocos sino el hambre de muchos”.
Prometió fortalecer la democracia para terminar con “lacerantes desigualdades entre el mundo rural y el urbano”, en un país que “le ha fallado a su juventud en educación y creación de oportunidades, que mantiene en el más humillante olvido a sus jubilados, y donde ser mujer no es un factor de desventaja sino de peligro existencial”.
“Hoy recibimos un país con históricos niveles de desempleo”, bajo el acecho de una “pandemia brutal” que afecta al mundo y con niveles de desnutrición infantil que se encuentra entre los más altos de la región, afirmó el presidente.
Ante esos problemas la respuesta de la gente siempre es la misma. “Los gobernantes nos han fallado” porque “no han sabido estar a la altura del sacrificio de nuestra gente”, apostilló Lasso.
Según el mandatario, los gobernantes que en el pasado han fallado al país “nunca han podido aceptar que este país nació como una república democrática y que su destino es vivir como una república democrática”.
Por ello, dijo, que su Administración se guiará bajo el principio de “no acumular poder en la Presidencia” y gobernar con el concurso de todos los sectores de un país que tiene una rica diversidad social.
Exhortó en ese sentido a una plena y verdadera igualdad en el país, incluida la de género, entre los “puntos de encuentro” que alentará su Gobierno.
Hay que “reconocer que la lucha por la igualdad de género no es solo de las mujeres, sino de la sociedad y que debe ser abordado por el Gobierno ecuatoriano”, dijo al recordar que en desempleo e ingresos ellas se ven más discriminadas que los hombres.
“Cuando ella es agredida, nos convierte en un país menos justo y moralmente manchado”, manifestó tras abogar para “no dejar a nadie atrás”, en referencia a la defensa de niños y ancianos y la necesidad de resolver la pobreza y la desnutrición
También reconoció que el país sufre de graves problemas económicos, pero señaló que una forma de conducir al país por la senda del progreso será el de abril Ecuador al mundo, siempre en la búsqueda de un “comercio libre y justo”.
Aseguró que en el tiempo más corto posible Ecuador intentará formar parte de la Alianza del Pacífico, una iniciativa de integración regional formada por Chile, Colombia, Perú y México.
Asimismo, mencionó que uno de los retos más importantes que tendrá en los primeros 100 días de su Gobierno será el de vacunar contra al COVID-19 a 9 millones de habitantes, aunque reconoció que ese esfuerzo demandará un gran esfuerzo logístico.
“El país tiene que movilizarse” para cumplir con ese objetivo, agregó Lasso que encargo a su vicepresidente, Alfredo Borrero, el acompañamiento en el fortalecimiento del Ministerio de Salud.
Pidió el apoyo del Consejo Nacional Electoral para su plan de vacunación, sobre todo por la base de datos que dispone el organismo.
Lasso aseguró que de lo que se trata es de “llevar al Ecuador, de una vez por todas, a la senda de la prosperidad” y de conducir a la nación al “irreversible camino hacia la democracia plena”.
Pero remarcó que ello supone el compromiso de la gente, por lo que hizo un llamamiento “a la unidad nacional”, incluido a los grupos políticos opuestos a sus tesis.
“La democracia no es la ausencia de diferencias e incluso de conflictos”, sino que se sustenta en “el tratamiento pacífico de esas diferencias”, apostilló el nuevo jefe del Estado.
Lasso, por otra parte, agradeció a los ecuatorianos, “el mejor pueblo al que un presidente puede aspirar” y al que llamó a atreverse a “hacer otro país” de oportunidades.