El papel del Estado como protector y estratega ganó importancia con la crisis del coronavirus, la cual podría permitir también que la UE adquiera competencias de un Estado federal, según expertos reunidos en un coloquio organizado en Francia.
"Todos los ciudadanos en el mundo se han dado cuenta que nuestros sistemas de salud son absolutamente esenciales, que hay un Estado encargado de protegernos en lo que atañe a la seguridad, la convivencia, el aprovisionamiento de agua y de comida", explicó la ministra española de Economía, Nadia Calviño, quien participó a través de videoconferencia en los Encuentros Económicos de Aix-en-Seine, normalmente Encuentros de Aix-en-Provence (sur), que este año han sido reubicados en París y difundidos por internet.
Los Estados adoptaron políticas de apoyo presupuestario, agravando sus déficits, mientras que los bancos centrales mantuvieron a flote las economías inyectando liquidez y manteniendo las tasas de interés al mínimo.
"El gasto público y la cuestión de la eficacia del Estado a la vez como Estado soberano, como Estado del bienestar y como estratega es la cuestión central para los próximos años", constata el economista Christian Saint-Étienne.
Algunos desean que el fortalecimiento del papel económico del Estado solo sea temporal, como el gobernador del Banco de Finlandia, Olli Rehn, para quien "es importante que los Estados europeos utilicen el margen de maniobra que se les deja [por la política del Banco Central Europeo] para introducir reformas estructurales".
Pero aunque gobiernos e instituciones han tenido un rol protector, la desconfianza hacia la globalización nunca ha sido tan fuerte, explica Yann Algan, profesor de economía en el Instituto de Estudios Políticos.
Según él "la crisis del COVID-19 firma el fin del capitalismo globalizado triunfante durante las últimas décadas".
La crisis también ha hecho balancearse a Europa. Las medias de confinamiento suspendieron temporalmente la libre circulación y los Estados prohibieron exportaciones de mascarillas y equipos médicos.
"Cuando empezó la crisis del COVID, se dijo que Europa no estaba a la altura de las exigencias. Había muy pocas acciones de estabilización, muy poca coordinación. Por primera vez desde hace mucho tiempo, se asistió al cierre de las fronteras entre Alemania y Francia", afirma Henrik Enderlein, de la Hertie School of Governance en Berlín.
“Más unida que antes”
Rápidamente, los Estados de la UE y sus instituciones comunes se dieron cuenta del riesgo de la ruptura de la Unión y actuaron para fortalecerla.
A nivel europeo, "se ve que algo está emergiendo, que yo calificaría de federalismo por excepción, es decir un momento en el que el Estado se constituye cuando hay una crisis", analiza Enderlein.
En un mensaje a los Encuentros de Aix-en-Seine, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que estaba convencida de que Europa iba a "salir más unida que antes" de la crisis del COVID-19.
El trabajo del Banco Central Europeo (BCE) durante la crisis evitó, en cualquier caso, que se repitiera el error de una reacción demasiado tardía y tímida, como durante la crisis financiera del 2008-2009.
El BCE pudo reaccionar porque es "la única institución realmente federal a nivel europeo" con "un voto por mayoría", lo que le permite "actuar a un nivel europeo como una institución verdaderamente estatal", explica Enderlein.
Jean-Louis Girodolle, del banco Lazard, estima que a través del plan de estímulo de 750,000 millones de euros (US$ 844,000 millones), que aún debe ser avalado por los jefes de Estado y de gobierno, "recordaremos quizás este momento como el principio de la Europa federal".
No obstante, aunque las negociaciones para intentar alcanzar un compromiso entre los 27 sobre el plan de estímulo se intensifican, siguen siendo "muy difíciles", con posiciones entre Estados miembros "aún alejadas las unas de las otras", puntualizó el miércoles la canciller alemana Angela Merkel.
Para Von der Leyen, "la reactivación será un nuevo capítulo en nuestra historia ya percibimos un nuevo soplo, un nuevo impulso, una nueva unidad europea".
“Como la Comisión ya no solo otorgará préstamos sino también transferencias directas -explica el banquero Jean-Louis Girodolle- es hora de que tenga sus propios recursos: impuesto al carbono en las fronteras, impuesto a los Gafa [Google, Apple, Facebook y Amazon]”, a la manera de un Estado.