Bajo la expectativa de que las recaudaciones de taquilla en China volverán en 2021 a niveles cercanos a los previos a la pandemia de covid-19, el mercado cinematográfico más grande del mundo se ha vuelto más atractivo, y también más complicado, para los estudios de Hollywood.
La venta de entradas en China, que ha logrado en gran medida contener los contagios de coronavirus, podría subir a 60,000 millones de yuanes (US$9,000 millones) este año, según Rance Pow, fundador de la consultora Artisan Gateway, acercándose al récord en 2019 de 64,000 millones de yuanes. Por el contrario, en Estados Unidos, con los brotes aún en auge, los cines generarían alrededor de un tercio de ese número, estima Wedbush Securities, lo que resalta la creciente dependencia de los estudios de Hollywood con el país asiático.
El año pasado, China superó a Estados Unidos para convertirse en el principal mercado cinematográfico, a medida que la pandemia cerró los cines estadounidenses durante más tiempo que sus pares chinos. Pero la creciente dependencia se produce al tiempo que los espectadores chinos muestran predilección por las películas en idioma local y una mayor sensibilidad hacia las representaciones de China y su gente en la cultura occidental, en medio de las latentes tensiones geopolíticas con EE. UU.
Además de la presión sobre los estudios, el pacto bilateral que requería que China importara una cantidad mínima de películas estadounidenses cada año ha expirado.
‘Imagen preocupante’
“El mercado chino se ha vuelto fundamental para cualquier estreno importante”, dijo Aynne Kokas, profesora de estudios de medios en la Universidad de Virginia. “La disminución de la participación de mercado presenta un panorama preocupante para los estudios de Hollywood” que pueden haber estado confiando en China para recuperar los presupuestos de sus éxitos de taquilla, indicó.
La proporción de películas extranjeras en las entradas chinas, incluidas las de Hollywood, bajó 16% en 2020 frente a 36% del año anterior, según la plataforma de venta de boletos Maoyan Entertainment. El año pasado se estrenaron menos películas extranjeras en China debido a que los planes de los estudios fracasaron por la pandemia.
El marco legal para que los estudios de Hollywood introduzcan sus películas en China también se ha vuelto más incierto. En 2017, el acuerdo con Estados Unidos en el que China importaba al menos 34 películas al año expiró y no se ha renovado ni renegociado. Si bien el Gobierno chino ha seguido permitiendo la entrada de películas estadounidenses, en cualquier momento podría impedir el acceso, especialmente si decide usarlo como palanca diplomática con el nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
“La expiración del acuerdo cinematográfico entre Estados Unidos y China representa un serio desafío para los estudios de Hollywood”, dijo Kokas. No está claro cuándo la nueva Administración de Estados Unidos renegociará este pacto, dadas “las prioridades en competencia que enfrentan en la relación con China”.
Con los nuevos casos de Covid-19 reducidos a un puñado por día, los espectadores chinos están volviendo en masa a los cines. Mientras que el 1 de enero registró la recaudación de taquilla de Año Nuevo más alta en China, el Año Nuevo Lunar del 12 de febrero registró la recaudación de un día más alta. Las ventas de boletos para los primeros cuatro días de las vacaciones del Año Nuevo Lunar superaron los niveles de 2019 para tocar los 4,500 millones de yuanes, según Maoyan, y las películas chinas emergen como los principales contribuyentes.