La avalancha de capital de riesgo que se volcó en las empresas tecnológicas latinoamericanas en etapa avanzada en los últimos años se ha agotado, obligando a algunas de las startups más prometedoras de la región a despedir personal, replantearse los planes de crecimiento y recurrir a préstamos bancarios para obtener financiamiento.
Después de una serie de años récord en los que los inversionistas crearon más de dos docenas de empresas valoradas en US$ 1,000 millones o más, el capital de riesgo prácticamente ha desaparecido para las startups más consolidadas. El financiamiento en etapa avanzada se desplomó un 92% en el tercer trimestre en comparación con el mismo período del año anterior, según la Asociación para la Inversión de Capital Privado en América Latina, o LAVCA.
“No he visto una ronda de crecimiento de una sola empresa de América Latina en meses”, dijo Eric Reiner, fundador y director gerente de Vine Ventures LP, que abrió un fondo de US$ 140 millones este año para inversiones en América Latina, Israel y Estados Unidos. “Cuando el capital se agota, los inversionistas se vuelven más sofisticados y selectivos. Muchas de estas empresas tendrán que demostrar que son negocios de verdad”.
La desaceleración sigue a una disminución mundial en la inversión de capital de riesgo, que va camino de registrar la mayor caída en más de dos décadas. En el caso de América Latina, se produce justo cuando el sector de las startups estaba despegando: a principios de este año, los inversionistas se apresuraron a firmar cheques, generando oleadas de empresas de rápido crecimiento en todos los ámbitos, desde tecnología financiera hasta el sector inmobiliario.
En general, el financiamiento de riesgo a la región disminuyó en el último trimestre en más de tres cuartas partes con respecto al año anterior, a US$ 1,150 millones, según datos de LAVCA.
La alta inflación y el aumento de las tasas de interés han llevado a los fondos a alejarse de los sectores de mayor riesgo. En lugar de realizar inversiones basadas en proyecciones de crecimiento, los inversionistas en capital de riesgo afirman que quieren que las empresas demuestren un camino claro para obtener ganancias.
“Sigo pensando que es razonable ser optimista respecto a la región. Pero hemos visto correcciones. Es lógico y natural, y refleja que los inversionistas exigen que las empresas muestren rentabilidad”, dijo Karin Tenenboim, gerenta de inversiones de Newtopia VC, una firma con sede en Argentina que se enfoca en la región. “Es una mentalidad diferente”.
Empresas desde México hasta Argentina han suspendido sus planes de expansión y han recortado personal para preservar efectivo y mejorar los márgenes. En semanas recientes:
Loft, una empresa brasileña de tecnología inmobiliaria valorada en US$2.900 millones el año pasado, informó que redujo un 12% su plantilla este mes, la tercera vez que recorta personal este año. Un portavoz dijo que la valoración de la empresa no se ha visto afectada.
En Colombia, Muni, una plataforma de comercio que se había expandido a México y Brasil y recaudó US$ 20 millones en septiembre, informó que cerró.
La bolsa de criptomonedas mexicana Bitso, valorada en US$ 2,200 millones el año pasado tras recaudar US$ 250 millones en una ronda liderada por Tiger Global, recortó personal tras el colapso de FTX.
Jokr, una startup de entrega rápida valorada en US$ 1,200 millones hace un año, se retiró de Santiago de Chile y Medellín, Colombia, dijo un portavoz de la empresa. En junio, la empresa salió de EE.UU. para centrarse en América Latina.
Ofertas de deuda
Héctor Jirau, director de operaciones e inversiones de Parallel 18, una aceleradora tecnológica de Puerto Rico, afirma que la desaceleración ha llevado a fundadores e inversionistas a estructurar acuerdos de manera diferente, incluido el uso de más deuda.
Bancos como Goldman Sachs Group Inc. y Citigroup Inc. están entrando en este espacio. A pesar del aumento de las tasas de interés, las startups obtuvieron US$ 1,300 millones en líneas de crédito de bancos tradicionales, según LAVCA
“Definitivamente ha habido un aumento en la disponibilidad de estructuras más novedosas para financiar startups en América Latina”, dijo Martin Pustilnick, cofundador y CEO de Mundi, una startup que trabaja con exportadores mexicanos.
Mundi ha obtenido US$ 100 millones en préstamos para impulsar su crecimiento, lo que le ha dado más flexibilidad ya que los prestamistas están menos preocupados por la rentabilidad a corto plazo, dijo. “Habrá una gran oportunidad para la deuda en los próximos años a medida que los fondos de capital se retiren del mercado”.