Volodimir Zelenski llegó al poder hace tres años con la promesa de poner fin a una guerra con los separatistas respaldados por Moscú en el este de Ucrania. Ahora enfrenta una invasión rusa que podría resultar en el derrocamiento de su gobierno y el fin de la democracia en el país.
Mientras Rusia lanzaba misiles sobre ciudades ucranianas, incluida Kiev, Zelenski hizo un llamado el jueves a todos los ciudadanos para que defiendan Ucrania y dijo que se entregarían armas a todos los que las quisieran.
“Rusia atacó traidoramente nuestro estado esta mañana, como lo hizo la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial”, señaló Zelenski a los ucranianos en un discurso nacional.
“Rusia se ha embarcado en el camino del mal, pero Ucrania se defiende y no renunciará a su libertad, sin importar lo que piense Moscú”.
Es un resultado desastroso para Zelenski, un exactor cómico de 44 años cuyos llamados cada vez más insistentes en los últimos dos años para que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) admita a Ucrania, una ex república soviética, han enfurecido al presidente ruso, Vladimir Putin.
Moscú había exigido que la OTAN prometiera nunca aceptar a Ucrania, un país de gran importancia geopolítica, histórica y cultural para Rusia, una demanda rechazada por Occidente. Putin rechazó el lunes el derecho de Ucrania a existir como un estado independiente, diciendo que es efectivamente parte de Rusia.
En las últimas semanas, Zelenski ha recibido elogios de los líderes occidentales por su compostura y sus llamamientos a los ucranianos para que no entren en pánico mientras Rusia concentra hasta 150,000 soldados cerca de la frontera.
También criticó a las embajadas extranjeras y a los empresarios locales por abandonar Ucrania por motivos de seguridad, y renovó su llamado a que las compañías se queden, diciendo que corren el riesgo de ayudar inadvertidamente a los esfuerzos de Putin para desestabilizar Ucrania.
“Servidor del pueblo”
Pero Zelenski es un líder poco probable en tiempos de guerra. Saltó a la fama en una popular serie de televisión “Servant of the People” (“Servidor del Pueblo”) en la que interpretó a un honesto maestro de escuela que es elegido presidente y burla a los legisladores corruptos y a los oscuros empresarios.
Al ganar la presidencia de forma aplastante en abril del 2019, se comprometió a abordar la corrupción que ha arruinado la transición de Ucrania del comunismo a la democracia. Pero Rusia siempre ha planteado el mayor desafío a sus aspiraciones de construir un país europeo moderno, democrático y estable.
Su partido Servant of the People, llamado así por la serie de televisión, ganó una gran mayoría en las elecciones parlamentarias de julio del 2019 y Zelenski inicialmente buscó medidas de fomento de la confianza con Rusia en el este de Ucrania, incluido el intercambio de prisioneros.
Pero ese pequeño intento no duró mucho. Rusia, que en el 2014 se apoderó de la península ucraniana de Crimea, siguió respaldando a los separatistas armados que luchan contra las fuerzas de Kiev en la región de Donbás, en el este de Ucrania, principalmente de habla rusa, en un conflicto que, según Zelenski, se ha cobrado al menos 15,000 vidas hasta la fecha.
Arriesgándose a la ira de Moscú, Zelenski cortejó a los líderes occidentales, incluido el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en conversaciones en la Casa Blanca el 1 de setiembre del 2021.
“Todos deberían entender que estamos en guerra, que estamos defendiendo la democracia en Europa y defendiendo nuestro país, y por lo tanto no pueden hablarnos con frases sobre reformas”, declaró Zelenski en una entrevista de junio del 2021.
“Cada día demostramos que estamos listos para estar en la alianza (OTAN) más que la mayoría de los países de la Unión Europea”, apuntó.
Zelenski se montó en una ola de descontento público con la élite política corrupta de Ucrania hasta la victoria sobre el rico empresario Petro Poroshenko en el 2019.
Cuando Reuters le preguntó antes de esa elección en qué se diferenciaba de otros aspirantes presidenciales, Zelenski se señaló la cara y dijo: “Esta es una cara nueva. Nunca he estado en política”.
“No he engañado a la gente. Se identifican conmigo porque soy abierto, me duele, me enfado. Si soy inexperto en algo, soy inexperto. Si no sé algo, lo admito honestamente”.
Pero a pesar de sus promesas de frenar la influencia de los magnates en la política, Zelenski ha tenido que esquivar las sospechas de que es un títere de Ihor Kolomoisky, un oligarca cuyo canal de televisión transmitía “Servant of the People”.