América Latina y el Caribe tienen un tiempo “mucho más limitado” que otras regiones para aprovechar el aumento de población en edad de trabajar o “bono demográfico”, una “ventana de oportunidad” que se cierra, según el Fondo de Población de la Naciones Unidas (UNFPA en sus siglas en inglés).
Este organismo, encargado de la salud sexual y reproductiva, destaca en un estudio que “en América Latina y el Caribe la proporción en edad de trabajar entre 25 y 64 años ha aumentado”, pues en 1990 estaba en 38.7% y hoy alcanza el 51.2%.
“Pero este aumento no se mantendrá tan constante. En el 2040 ya vemos que la proporción de la población en edad de trabajar alcanzará su máximo con 53.8% y desde ahí decrece nuevamente”, explica Sabrina Juran, asesora técnica regional de Población y Desarrollo del UNFPA para América Latina y el Caribe.
El análisis prueba que en Latinoamérica actualmente hay un 8.1% de población mayor de 65 años, un porcentaje que aumentará hasta el 17 en el 2050, y será una de las regiones con mayor población envejecida, que además envejece más rápido que otras.
“Estos países deben tomar medidas ya, para poder adaptar los programas públicos al creciente número de personas mayores y al número de años que las personas van a vivir. Hay que garantizar una asistencia sanitaria, de cuidados, de seguridad social, invertir en el envejecimiento”, apunta Juran.
Baja fecundidad
A pesar de la previsión del informe que estima que para el 15 de noviembre del 2022 se alcanzará una población mundial de 8,000 millones de personas -actualmente es de 7,700-, de ellos en Latinoamérica 658 millones, el UNFPA no ve la cifra como un problema, sino como “la solución”.
“Con 8,000 millones de personas vemos 8,000 millones de oportunidades y debemos garantizar que cada individuo pueda vivir la vida que valora vivir. Es importante verlo desde la perspectiva de los números, pero también desde la perspectiva de los derechos humanos”, señala.
No obstante, el ritmo de crecimiento de la población mundial “se está desacelerando”, pues en el 2020 la tasa de crecimiento cayó por debajo de 1% anual por primera vez desde 1950 y en América Latina está en 0.6%, “muy por debajo de la tasa global”.
En cuanto al parámetro de la tasa de fecundidad, mundialmente hay dos tercios de la población que viven en zonas donde la fecundidad es inferior a 2.1 nacimientos por mujer, el nivel necesario para un crecimiento cero a largo plazo para una población con baja natalidad, y en Latinoamérica “disminuye notablemente” en las últimas décadas.
“Para América Latina y el Caribe la tasa de fecundidad se ubica en 1.85 nacimientos por mujer. Ya está por debajo de la tasa mundial y seguirá disminuyendo. De los cincuenta países que tenemos en América Latina y el Caribe, 29 cuentan con una fecundidad por debajo del promedio regional”, indica la experta.
UNFPA trabaja en poner fin a la mortalidad materna evitable, acabar con las necesidades insatisfechas de la planificación familiar y erradicar la violencia de género y las prácticas nocivas como la mutilación genital femenina o el matrimonio infantil precoz y forzado.