Durante el primer día de una convocatoria para abrir pequeñas y medianas empresas en Cuba, que fueron cerradas hace más de cinco décadas, se presentaron 75 solicitudes, informó el Ministerio de Economía.
Según reportó el canal de telegram de la dependencia oficial se recibieron ese número de aplicaciones el lunes —primera jornada de vigencia— con la solicitud como está establecido para comenzar un trámite de reconocimiento de estos nuevos actores económicos privados en la isla.
Las pequeñas y medianas industrias (pymes) en la isla fueron clausuradas o absorbidas por el Estado en el marco de una ofensiva contra la propiedad privada en 1968. Una ley que entró en vigor el lunes permite reabrir talleres, cafeterías o locales de refacciones bajo la forma de Sociedades de Responsabilidad Limitadas con hasta 100 empleados.
También permitirá la conformación de cooperativas. El proceso se realizará de manera digital, indicaron las autoridades de la cartera de Economía.
Una tímida reforma de apertura arrancada por el expresidente Raúl Castro ya había permitido la iniciativa privada, pero siempre como trabajo autónomo y no como empresas con personalidad jurídica propia, como lo reclamaban emprendedores y expertos.
“Es un buen comienzo para un proceso que debe dinamizar a la economía cubana y pone en su justo lugar a cada uno de los actores actuales de la economía del país”, comentó el portal oficial Cubadebate.
Las autoridades informaron que en esta primera “convocatoria” darán entrada a las solicitudes de reconocimiento para pymes de producción de alimentos o que tengan desarrollo tecnológico --como firmas de software--.
Muchos emprendedores de otros rubros lamentaron tener que esperar por nuevos llamados para regularizar su situación, pues en la práctica ya se encontraban operando como autónomos.
Cuba atraviesa una fuerte crisis económica en la que se mezclan un dramático endurecimiento de las sanciones estadounidenses presionando un cambio de modelo político, las ineficiencias propias del modelo y el golpe de la pandemia del COVID-19 que prácticamente paralizó a la isla.