Constructoras chinas están buscando extensiones de pago o canjes de deuda para evitar un default de las obligaciones de bonos en medio de condiciones de liquidez cada vez más restrictivas para el sector inmobiliario.
Modern Land (China) Co. pidió a los acreedores una extensión de tres meses del bono de US$250 millones que vence el 25 de octubre. A la par anunció que dos altos ejecutivos planean prestarle a la constructora alrededor de US$125 millones. Xinyuan Real Estate Co. propuso pagar solo el 5% del capital en un bono con vencimiento el 15 de octubre y canjear esa deuda por bonos con vencimiento en 2023. Fitch Ratings calificó la medida como un canje de deuda en “distress” y rebajó la empresa a C.
Modern Land y Xinyuan tienen respectivamente US$1,350 millones y US$760 millones en bonos en dólares en circulación, según datos compilados por Bloomberg. En comparación, China Evergrande Group tiene US$19.200 millones.
La represión del Gobierno de Pekín sobre el sector inmobiliario, y la incertidumbre sobre el futuro de Evergrande hicieron que los rendimientos de los bonos basura en dólares de la nación se dispararan a su nivel más alto en aproximadamente una década. En ese mercado de deuda, dominado por promotores, los bonos cayeron hasta 10 centavos por dólar el lunes, según operadores de crédito.
El aumento de los costos de endeudamiento elevó los riesgos de refinanciamiento, ya que las empresas pueden tener dificultades para acceder al mercado de bonos offshore. Eso podría desencadenar un ola de incumplimientos en todo el sector inmobiliario. Los pagos atrasados de las empresas inmobiliarias representaron el 36% del récord de 175,000 millones de yuanes (US$27,200 millones) en impagos de bonos corporativos onshore este año, muestran datos compilados por Bloomberg.
Aún así, para los emisores que pueden pagar, la venta masiva también puede brindar una oportunidad para recomprar bonos con grandes descuentos y ayudar a apuntalar los balances. El presidente de Yuzhou Group Holdings Co. compró recientemente US$5.6 millones de los bonos en dólares de la empresa a través de sus asociados, según un documento regulatorio presentado la semana pasada.
Mientras tanto, los inversionistas siguen esperando que Evergrande aclare una posible reestructuración o solución para su crisis de liquidez que, según algunos analistas, podría continuar durante meses. Algunos de los bonistas de la firma temen que Evergrande pueda vender activos con los que cuentan para respaldar sus demandas si la empresa colapsa. La empresa tiene US$148 millones que vencen el lunes con tres cupones de bonos en dólares, según datos compilados por Bloomberg. Hasta ahora, no ha dado señal de que realizó los pagos de intereses previstos en septiembre.
Se esperan más incumplimientos de empresas inmobiliarias chinas bajo la campaña de desapalancamiento del Gobierno de Pekín, dijo Kenneth Ho, director de estrategia de crédito de Asia de Goldman Sachs Group Inc. El sector “necesita algún tipo de cambio de política para restaurar la confianza”.